Durante mucho tiempo mi protesta desde esta columna fue para que a la gente joven se le dieran oportunidades en cosas importantes como el premio Casandra.
René Brea este año está haciendo eso y ha querido abrir el premio hacía la juventud. Pero lo que no me gusta son las islas y los grupos que han formado muchos talentos del medio, que se han apandillado y uno los observa en una actitud como si fueran de otros países.
Los jóvenes en algunos comentarios se van tan lejos que dicen que no ven televisión dominicana, sino que solo ven series internacionales y programas en inglés, cosa que no está mal, pero entiendo deberían ponerle más atención a sus producciones locales.
También hablan como lo hace Sabrina Gómez, que dice que no le da entrevista a periodistas de aquí porque siempre le preguntan la misma tontería. El otro día escuchaba el programa 12 y 2, el cual suelo oír cuando a esa hora ando en el carro, y no me gustó el comentario que hacían Sergio Carlo y Nashla Bogaert, con su invitado de ese día Miguel Cunillera.
Al referirse a los cronistas lo hacían como si fuéramos de otra galaxia, siempre decían ellos, en un tono como si nos apartaran del montón de la gente .
En buen dominicano se dieron vida, comparando el Casandra con el Grammy Americano, comparación que no es válida hacer porque son producciones muy distintas, en donde los recursos y el talento de los artistas de ambas premiaciones no se compara.
Me gustaría que los talentos criollos aterricen un poco y no solo visiten los periódicos cuando tienen un proyecto en puerta y se den cuenta que la prensa dominicana existe. Ha sido muy considerada con ellos y les ha dado la oportunidad de hacerlos populares.