En la carretera de este moribundo 2014 nos acercamos a la esquina del relevo que dará paso a un nuevo año… un 2015 que trae consigo 365 días que a veces se nos hacen largos y otras cortos, todo de acuerdo al cristal con que se mire y se viva.
El poco tiempo que falta para estrenar 2015, en medio del tradicional brindis y la algarabía característica de estas festividades, nos llama a pasar balance, a actuar con moderación y establecer nuestra agenda de propuestas para lograr que este año que se estrenará, como todos desean y piden en sus oraciones, sea diferente y mejor.
Sin excepción alguna, todos deseamos y pedimos por un mejor año que el que se marcha, anhelamos que las situaciones sean más favorables y nuestras metas se hagan realidad… todos soñamos con mejores cosas y hacemos listas cortas o largas de propósitos para hacer realidad en los siguientes 365 días.
Ahora, mi pregunta es la siguiente, y se la robo prestada a Walt Disney: ¿te has preguntado si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en que quieres estar mañana?, o te has cuestionado si estás trabajando correctamente para llegar a la meta soñada.
Pues, si tu respuesta es no, es ahora el mejor momento de replantearse las acciones y hasta las mismas metas.
Es tiempo de decirnos que “nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo, vivir una nueva historia o construir un nuevo sueño.
No dejes que los días se escurran de tus manos, pero sobre todo, aprovecha cada segundo para disfrutar a quienes más quieres: tu familia.