“Agua que no ha de beber…”

“Agua que no ha de beber…”

“Agua que no ha de beber…”

La naturaleza ha privilegiado el territorio de la República Dominicana desde muchos aspectos. Uno de ellos es el de la producción de agua dulce.

En estos 48 mil kilómetros cuadrados se produce ese líquido vital en tal magnitud que bien aprovechado nos podría convertir en autosuficientes en generación de energía limpia y aumentar exponencialmente la producción agropecuaria.

Una serie de reportajes de la periodista Dilenni Bonilla, publicados en este diario, nos demuestran lo poco que valoramos ese finito recurso que de manera abundante le ha concedido la naturaleza a este territorio.

Se desperdicia el 70 por ciento del agua en la agropecuaria y el 50 por ciento de la que se usa para consumo humano. A eso le sumamos que también más del 70 por ciento del agua dulce que se produce en nuestro territorio se va al mar sin ninguna utilidad subsidiaria por la falta de presas.

El país requiere un acuerdo entre los actores políticos con vocación de poder para un plan a largo plazo de construcción de presas, con el fin de aumentar la capacidad de almacenamiento de agua y así aprovechar al máximo este recurso natural.



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