- Publicidad -

- Publicidad -

Agua que el Gran Santo Domingo ha de tomar…

Los proyectos de grandes presas de propósito múltiple, pendientes de ejecución, están llamados a realizar gigantescas contribuciones a nuestra nación, de manera que se pueda hacer realidad la seguridad hídrica para todos los usos del preciado líquido.

La capacidad total de almacenamiento de todas nuestras presas en la actualidad, apenas alcanzan los 1,800 millones de metros cúbicos, una dotación por habitante de unos 150 m3, la cual resulta notoriamente baja en comparación con los 1,000 m3 por persona, de capacidad específica por unidad de población, o superior, que tiene la generalidad de las naciones desarrolladas, consecuentemente, debemos apurar el paso en materia de construcción de grandes presas de almacenamiento de propósito múltiple para que las sequías recurrentes no ponga en evidencia ésta vulnerabilidad cada cierto tiempo.

Los proyectos de construcción de presas a emprender en el futuro inmediato deben, no sólo ser de propósito múltiple (para consumo humano e industrial, para riego, para generación de energía y/o para control de avenidas), sino también de objetivos múltiples, en términos económicos y sociales.

Esto lo exponemos a propósito de memorables proyectos de acueductos que han buscado garantizar agua para consumo humano e industrial del Gran Santo Domingo sin resultado hasta la fecha, en donde un gran acumulo poblacional in crescendo, nos recuerda la materia pendiente de hace varios años, materia que nos impulsa a exponer la idea de un proyecto que incubáramos desde entonces, y que pretende aportar una solución al suministro de agua de los capitaleños.

En esta salida confluyen dos elementos con soluciones a la vista: Acueducto para Santo Domingo y Control de las Inundaciones en el Bajo Yuna, esto es, buscando aprovechar aguas vertidas por la presa de Hatillo que provocan inundaciones, logramos derivarla a servicios de agua potable y uso industrial en el Gran Santo Domingo.

El embalse de la presa de Hatillo tiene actualmente una capacidad total de almacenamiento de 375 MMC, y unos 290 MMC de almacenamiento útil, insuficiente para regular un río que en el sitio de presa presenta un caudal promedio de cerca de 55 m3/s, lo que implica un aporte de la cuenca de 1,732 MMC/año, por lo que en consecuencia, el vertedor de la presa de Hatillo descarga con frecuencia.

En el año 2016 fueron vertidos 682 MMC (21.65 m3/s), en el 2017: 1,953 MMC (62 m3/s) y en el 2018: 939 MMC (29.8 m3/s). Aunque esto no sucede todos los años, los vertidos de Hatillo son frecuentes y van a inundar el bajo Yuna, donde causan pérdidas de vidas humanas, de animales y daño a la propiedad por lo que, aprovechar una pequeña parte de esos caudales excedentes para el Gran Santo Domingo (verbigracia: 4 m3/s) sería tarea fácil, siempre y cuando esos caudales excedentes en los años húmedos pudieran ser almacenados en un embalse de regulación multianual.

Justo, en el trayecto desde la Presa de Hatillo a Santo Domingo, se presenta esa posibilidad en Las Yayas sobre el río Payabo, en donde se construiría una presa de 45 metros de altura y longitud de cortina de 1,200 metros a un costo que estimamos no supera los US$175 millones.

Etiquetas

Artículos Relacionados