Santo Domingo.- La muerte de niños atletas por el suministro de esteroides de uso veterinario, como el trágico caso de Ismael Ureña Pérez, un joven de 14 años, es consecuencia de la falta de acción de las autoridades, que no han logrado frenar la peligrosa práctica utilizada para aumentar el rendimiento deportivo.
Así lo advierten la doctora Karen Tamariz, farmacéutica clínica y profesora universitaria, y el cronista deportivo y experto en béisbol, Juan Mercado.
La práctica de suministrar esteroides de origen animal a niños que practican béisbol no es nueva y es bien conocida por los involucrados, explicó el cronista y subeditor deportivo del Periódico El Día, Juan Mercado.
Ismael sufrió las fatídicas consecuencias del suministro de ese medicamento para uso animal. Su madre, Iris Pérez, relató que su hijo regresó a casa desde la pensión en San Luis, Santo Domingo Este, donde estaba concentrado, y le dijo: “Mami, me están maltratando”.
Poco después, comenzó a orinar con sangre. Lo llevaron a un centro médico, donde los doctores confirmaron que le habían aplicado sustancias para caballos con el objetivo de mejorar su rendimiento.
“Estamos hablando de esteroides suministrados a niños, lamentablemente evidenciado por la muerte de Ismael, pero este no es un caso aislado. Se necesitan políticas públicas urgentes; de lo contrario, continuarán ocurriendo estas tragedias”, afirmó Mercado.
El cronista recordó que esta situación no es nueva: en 2001, ocurrieron casos similares en La Romana y, más tarde, en la comunidad de Nizao, provincia Baní.
“Los esteroides son administrados por personas sin formación médica”, enfatizó Mercado en el Programa El Día.
Venta de medicamentos veterinarios
Por su parte, la doctora Karen Tamariz, farmacéutica clínica, explicó que los esteroides, ya sean para uso humano o veterinario, son peligrosos y de uso restringido.
“Un medicamento veterinario no debe ser utilizado en humanos”, advirtió.
“Se aprovechan de la vulnerabilidad de las familias. No estamos hablando de tenistas o golfistas, sino de niños de escasos recursos económicos”, subrayó.
Los esteroides están regulados por el decreto 521-06, del reglamento para el registro de establecimientos y medicamentos veterinarios, dispone que la Dirección General de Ganadería del Ministerio del Agricultura es el organismo oficial encargado de controlar, fiscalizar y garantizar la calidad e inocuidad de los medicamentos veterinarios que se comercialicen en todo el territorio nacional y es la que establece las normativas para los medicamentos veterinarios.
La doctora Tamariz destacó que en la República Dominicana los medicamentos veterinarios no están regulados por el Ministerio de Salud Pública, sino por la Dirección General de Ganadería, lo que, según ella, requiere una revisión urgente.
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El «caballín»
El medicamento específico, Bodedone, conocido popularmente como «caballín», se usa en caballos para aumentar la masa muscular y el apetito.
“En farmacología humana, las dosis se calculan con base en 55 kilogramos de peso corporal. Un caballo pesa cerca de 500 kilos. Es inaceptable aplicar a un niño un medicamento diseñado para un animal de ese tamaño”, explicó Tamariz, resaltando que los efectos secundarios pueden ser mortales, afectando el corazón, los riñones y causando graves intoxicaciones hepáticas.
Por qué usan esteroides
Juan Mercado, con amplia experiencia en béisbol, señaló que algunos entrenadores administran estos esteroides para mejorar el rendimiento de los jóvenes atletas sin medir las consecuencias.
“El objetivo es que rindan más y se cansen menos, incluso si esto los expone a graves riesgos”, dijo.
Explicó que algunos niños participan en pruebas de rendimiento (tryouts) para hasta diez equipos en una semana, lo que motiva el uso de esteroides.
Mercado insistió en la necesidad de crear políticas públicas.
“Ni este gobierno ni los anteriores han mostrado voluntad para regular el mercado del béisbol”, afirmó.
Añadió que, aunque se esperaba que con la llegada de Junior Noboa como Comisionado Nacional de Béisbol la situación mejorara, no ha sido así.
Además, mencionó la práctica de falsificar documentos de identidad de los jugadores, algo conocido por las autoridades.
El cronista denunció que no existe un registro nacional de niños que juegan béisbol y que en Estados Unidos los entrenadores deben tener licencia, lo cual no ocurre en la República Dominicana.
“Si un entrenador pierde su licencia, actuaría con más precaución, pero aquí no hay un régimen de consecuencias”, lamentó.
Inversión millonaria de las Grandes Ligas
El subeditor de Deportes del periódico El Día señaló que las Grandes Ligas invierten anualmente 170 millones de dólares en desarrollo internacional, con 80 millones destinados a la República Dominicana.
Esto atrae a los jóvenes a buscar contratos profesionales.
Mercado explicó que la Oficina del Comisionado fue creada para el béisbol profesional, sin considerar la responsabilidad sobre el béisbol juvenil.
Destacó la necesidad de registrar oficialmente a los niños que juegan y a sus entrenadores, advirtiendo que hay personas que solo se interesan en el dinero, no en el deporte.
“Cuando un niño es firmado a los 12 años por dos o tres millones de dólares, a menudo aparece un prestamista para aprovecharse de su situación”, agregó.
Efectos de los esteroides en los niños
La doctora Karen Tamariz advirtió que solo médicos y odontólogos pueden prescribir medicamentos. Criticó la facilidad con la que se obtienen estos productos prohibidos, recordando que la Organización Mundial de la Salud también desaconseja su uso en humanos.
“No solo los jugadores de béisbol se ven afectados, también es un problema en los gimnasios, donde se usan indiscriminadamente”, dijo. Tamariz enfatizó la necesidad de controlar la venta de medicamentos veterinarios, una práctica que no se permite en otros países en la misma magnitud.
El entrenador
Yordy Cabrera, exjugador y entrenador del fallecido Ismael Ureña Pérez, dijo que el niño había estado entrenando en su complejo durante poco más de una semana.
Sin embargo, los padres de Ismael, Inoel e Iris, desmintieron esta afirmación, contradiciendo a Cabrera.
Conflicto de intereses
La magistrada Olga Diná Llaverías, directora de la Dirección Nacional de Niños, Niñas, Adolescentes y Familia (DINNAF), anunció una investigación sobre la muerte de Ismael.
Sin embargo, Juan Mercado señaló un posible conflicto de intereses, ya que el esposo de Diná Llaverías, Audo Vicente, es scout de béisbol.
Mercado sugirió que esto podría afectar la imparcialidad de la investigación.
“La magistrada solo actúa cuando los casos se hacen públicos, pero no hay un trabajo preventivo”, concluyó.
Finalmente, Mercado destacó que los niños deben jugar y disfrutar del béisbol, sin ser explotados ni alejados de sus familias y de la escuela.
La doctora Tamariz advirtió que los efectos de los esteroides pueden ser irreversibles y durar toda la vida.