Adiós a un poeta

Adiós a un poeta

Adiós a un poeta

Lupo Hernández Rueda representaba, en vida, la voz más alta que nos quedaba de la poesía dominicana. Hace poco se marchó de entre nosotros y su partida enluta a las letras nacionales.

En el día de hoy, más que un pésame ante su partida, rendimos honor a su labor y el camino de bien, siempre solidario, que recorrió durante varias décadas. Rendimos honor a todo lo que nos deja como poeta, pero también como afable ser humano, y quien, como profesional, ensanchó sus virtudes como ensayista, abogado y profesor universitario.

El Derecho, independientemente de sus avatares como poeta, también pierde uno de sus principales profesionales. Se graduó de doctor en Derecho de la Universidad de Santo Domingo.

Una carrera que lo llevó a distintas academias de Europa, donde hizo especialidades en Derecho Laboral. Dirigió la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña y la Asociación Dominicana de Derecho del Trabajo y de Seguridad Social.

En su condición de creador, se le otorgó el premio Nacional de Poesía en cinco ocasiones y también fue Premio Nacional de Literatura.

En esta hora de pesar las letras dominicanas y los escritores son sus mayores deudos. Pedimos, a la vez que deseamos paz a su alma, resignación a sus familiares.



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