Adiós a la samba brasileira

En la última década, Brasil se ha consolidado como el país de América Latina de mayor crecimiento absoluto, e inminente poder mundial. Esto ha sido posible gracias a la abundancia de recursos naturales, y a una gestión pública impresionante, encabezada por su presidente Luiz Inacio Lula da Silva, mejor conocido como Lula.
El trigésimo quinto presidente del Brasil, es miembro fundador del Partido de los Trabajadores, PT, de su país, y había concurrido tres veces a la Presidencia de su país, hasta 2002 cuando fue electo, y luego en 2006 reelecto. El actual mandato finaliza el 1 de enero de 2011, por lo cual este es su último año de gobierno.
Al igual que unos muy pocos colegas, la Bachelet, Álvaro Uribe, o nuestro Leonel Fernández, pertenece al muy selecto grupo de mandatarios que mantienen una popularidad mayoritaria que les facilitaría reelegirse si no fueran ciudadanos respetuosos de sus respectivas constituciones. Para los dominicanos, Brasil se ha constituido no tan solo en uno de sus acreedores más importantes, es el constructor de las obras más destacadas del país, y hasta suplidor de uno de los componentes vitales de la defensa nacional.
La sucesión de Lula se inició con su favorita, Dilma Rousseff, ex ministra de la casa civil (la Presidencia en el argot político dominicano) y José Serra, gobernador del mayor estado de la República Federal del Brasil, Sao Paulo. ¿Podrá el PT mantenerse en le poder con la carismática Rousseff, o se impondrá el cambio con Serra? ¿Cambiará el rumbo del liderazgo global que mantiene Brasil, o volverá al antaño populista que le ensombreció por tantos años? ¿Continuará la samba para los dominicanos o viraremos hacia el fado?
Mientras nos llegan las respuestas a estas incógnitas, vayamos diciéndole adiós a la samba brasileira.