Lady Reyes, directora de Encuentros Interactivos.
En la recta final de este 2022, más que lamentarnos por lo que no pudo ser o lo que ya no está, es tiempo de dar gracias por lo que hemos vivido, por lo que hemos logrado y por las personas que han tocado nuestras vidas.
En el trajín de los últimos días del año y los eventos propios de estas fechas, vamos cual veleta al viento. No sé a ustedes, pero a mi me cuesta un poco tener ese momento de remanso para dar paz a mi mente, pasar balance, dar las gracias y elegir las nuevas metas para el siguiente año. Es difícil, pero no imposible.
Sin embargo, he aprendido a no evaluar los resultados una vez al año. He establecido pequeños peajes de metas varias veces al año.
Eso hace más fácil mi inventario de fin de año. Además, he aprendido a ser flexible y adaptarme, a amar los cambios y verlos como “los mejores amigos” de mi crecimiento personal y profesional.
Vuelvo a decirlo: “no es tarea fácil”, pero nadie dijo que vivir sería fácil. Así que, por favor, no te sientes a justificarte, a lamentarte o a enojarte y sentir rabia porque las cosas no son “color de rosa” o no se dan como las has pensado o las quieres… que la vida no se acaba por unas piedras en el camino.
Siempre habrá una manera diferente de hacer y ser, solo tienes que estar dispuesto a verlo y hacerlo. Así que, si no lo has hecho, en este fin de año y todos lo que faltan, trabaja duro por lo que quieres, pero toma la decisión de ser bueno contigo, consiéntete de vez en cuando, perdónate siempre y nunca, pero nunca, detengas tus pasos, pues siempre habrá nuevas puertas que abrir y ventanas y balcones con paisajes tan o más hermosos como el que has dejado de ver.
Hay una canción, de Germán Barceló y Lilly Goodman, que me encanta. Su estribillo es una invitación a aceptar lo que nos pasa al mismo tiempo que aprendemos a ver lo positivo: “Hoy te invito a ser feliz, a quedarnos con lo bueno. Y si algo no fue así, transformemos los recuerdos.
Hoy te invito a ser feliz, vamos a cumplir los sueños. Hoy se queman viejas fotos, lo demás lo cura el tiempo. Y que se lo lleve el viento”.
Puedes interpretar esta canción de varias maneras, pero, para mí, es una invitación a quedarnos con lo mejor de lo que nos pasa y poner lo otro en el saco del olvido. En este 2023, los invito a ser felices y quedarse con lo bueno.
