No hablaré de odontología como acostumbro en este espacio, elegí dedicarle a mi papá unas palabras nacidas de mi corazón.

Para aquellos que no lo conocen, mi padre se llama Augusto Villabrille, es un hombre noble, honesto, educado, respetuoso, trabajador, desde niña siempre lo vi levantarse muy temprano, llevarme al colegio junto a mis hermanas para luego irse a trabajar. Desempeña un trabajo muy especial, él cura y cuida de los niños porque es pediatra-perinatólogo, por tal razón presumo que siempre tuve un médico a mis pies durante mi niñez.

Mi padre es simpático, amable, de buen corazón, comprensivo, inteligente, humilde, casi nunca está de mal humor y si lo hace se le pasa muy rápido, no es rencoroso; es un ser humano que transmite paz, si te sentaras a conversar con él, estoy segura que te sentirías a gusto con su compañía. Es un caballero, si quiero algo lo busca, es un consentidor, no me ofende ni me minimiza, no me maltrata, me valora tal y como soy, sabe hacer un equilibrio entre mis fortalezas y debilidades.

Mi papá hoy en día es mi mejor ejemplo de no permitir que las cosas materiales cambien tu corazón, se ha mantenido firme en su forma de ser, no lo he visto cambiar a lo largo de mi vida, su humildad jamás ha sido adulterada, por lo tanto, aún sigo aprendiendo de él. Aunque confieso que ser como él no es tan fácil, es complejo reunir tantas características positivas.

Muchos dirán que lo visualizo de esta forma porque es mi padre, pero realmente todos lo quieren y tienen una buena opinión de él, yo lo admiro y mientras más voy madurando, esa admiración es progresiva.

¡Papi! por dichas razones y por las que estoy convencida me seguirás dando, te dedico este espacio como señal de mi gratitud, la gratitud es sentir que has recibido algo que sabes no podrás pagar jamás. Gracias por ser mi papá y por todo lo que haces por mí. Te amo.

¡Feliz día de los padres!

Facebook: Dra. Yamel Villabrille/ Instagram: yamelvillabrille/ Twitter: @yamvillabrille.