Cuando se ejerce durante tanto tiempo, como lo hicieron Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer, no importa en el área que sea, se corre el riesgo que ni con la muerte se llegue al retiro.
Es el caso de dos de estos tres gladiadores de la política dominicana, llamados a una campaña electoral que por anticipada amenaza con ser excesivamente larga.
Una mención del presidente Luis Abinader durante un acto político ha sido suficiente para que Bosch y Peña hayan tenido que ponerse las chaquetas.
Desde luego, esto en el sentido figurado, porque la verdad es que posiblemente ninguno de los dos entienda la madeja partidista de estos tiempos.
También Balaguer
Todavía no ha sido llamado, pero ya debe de estar arreglándose la corbata y limpiando el sombrero, porque a pesar de que hasta ahora la cosa va con los dos idealistas, el santo patrón de esos menesteres, fundamentalmente en su parte práctica, es Balaguer, que le allanó el camino a uno y se lo cerró a otro, al que dejó a las puertas de la victoria en dos ocasiones en menos de dos años a pesar de las limitaciones físicas.
