Santo Domingo.-Lo que inició como una convocatoria para un momento de oración para que en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se inicia hoy, se entienda el “desarrollo sostenido” como un instrumento de preservación de la familia y de defensa de la vida, se convirtió en una multitudinaria manifestación pacífica.
Con eso se oponían a lo que los organizadores entienden es un intento de la OEA de imponerles a los países miembros una agenda que incluye la promoción del aborto y el matrimonio homosexual.
“El primer derecho humano es la vida”, “educación integral es sostenibilidad”, “la familia asegura el presente y preserva el futuro”, “sí, queremos sostenibilidad”, eran parte de las frases consignadas en pancartas que sostenían los manifestantes.
Los miles de personas que se congregaron en el colegio San José de Calasanz (justo frente al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se realiza la reunión de la OEA) caminaron en silencio por la acera norte de la avenida Independencia hasta llegar a la parte trasera del restaurante Vesuvio, por donde tomaron la avenida George Washington hasta llegar al frente del hotel Catalonia, donde están hospedados la mayoría de los funcionarios de la OEA que estarán presentes en la Asamblea General que inicia hoy.
Los fieles estaban encabezados por el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo, monseñor Víctor Masalles, y sacerdotes de diversas parroquias de la capital.
Los feligreses, vestidos con camisetas, blusas o camisas blancas caminaron en orden custodiados por numerosos agentes policiales, la mayoría de los cuales no portaban armas de fuego sino macanas.
El movimiento social “Sí queremos sostenibilidad” estuvo presente y su director Kerin Rikelme, que vino de Puerto Rico, expresó que se vive un momento de retos importantes para la familia, por lo que la OEA debe incluirla en este plan de desarrollo sostenible en su agenda oficial.
También se sumaron representantes de organizaciones protestantes.