Te encontrarás en esta temporada planificando o viajando al interior o al exterior del país y aquellos que se someten a viajes internacionales a otras latitudes, pueden experimentar incomodidades, además de algunos problemas al llegar al destino, algunas personas inclusive prefieren no viajar por estas razones, de aquí lo importante de discutir lo que es el “jet lag”.
De acuerdo a Emil Manzur, médico internista del Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat ), este se define como un síndrome asociado con vuelos entre dos o más zonas horarias.
Se caracteriza por alteraciones del sueño, somnolencia diurna excesiva, desempeño disminuido de habilidades, malestares gastrointestinales (como la constipación, dolor abdominal), malestar general, debido a alteraciones del ciclo circadiano del sueño y cambios en el estado de ánimo. No todos los componentes están presentes en cada caso, pueden ser variables.
El especialista destaca que el sueño es una estructura sensible, que es altamente influenciada por múltiples factores.
Saber que hay varias fases durante cada ciclo explica el porqué dormimos profundo o superficialmente y en ocasiones, dormimos mal.
Factores como viajes, la alimentación, las bebidas alcohólicas y la medicación pueden perfectamente alterar estos procesos.
ciclos de sueño
“La causa del “jet lag”, es una desincronización temporal de los ciclos de sueño y vigilia entre el “el reloj interno” y los ritmos ambientales del lugar de destino, siendo cruciales la liberación o inhibición de melatonina y la percepción de la luz por los ojos”, dijo.
Manzur explica que la severidad de los síntomas se relacionará directamente en la distancia recorrida, siendo relevante que los viajeros que van al oeste sufren menos alteraciones, ya que el reajuste del cuerpo ocurre a razón de una hora por día en viajes al este y de 1.5 horas en viajes al oeste por día.
El cuerpo requiere tiempo
El galeno dijo que esto significa que el cuerpo requiere tiempo posterior al viaje para readaptarse y mejorar los síntomas.
El diagnóstico de esta entidad se hace con los signos y síntomas antes mencionados en una persona que haya viajado a través de múltiples zonas horarias.
El internista también expresó que la fatiga asociada a viajes (que se caracteriza por cansancio, desorientación, dolor de cabeza, deshidratación y alteración de los patrones del sueño) muchas veces es asociada a los estresores del viaje.
Casi siempre cuando se viaja hay que tener muchas cosas pendientes y por ello los viajeros se agotan mucho.
Concluyó diciendo que todos estos síntomas suelen mejorar con una buena noche de descanso, lo que es diferente al “jet lag”.