Lotoman 2.0, recargada de risas va por las taquillas

Santo Domingo.-El nuevo largometraje dirigido por Archie López, Lotoman 2.0, estrenado la noche del lunes en la sala principal del Teatro Nacional, confirma al director que el factor risa será por muchos años el enganche para que los dominicanos vayan a las salas de cine a ver el trabajo que están haciendo los cineastas dominicanos.
La producción dominicana, que llegará a las salas de cine mañana, es una historia que ya de por sí tiene emoción y muchas situaciones cómicas, que cobra aún más fuerza con el chispeante humor de Raymon Pozo y Miguel Céspedes, protagonistas de este nuevo filme.
La risa, su mejor arma
La pareja vuelve a sacar carcajadas con las ocurrencias que pasan en una historia, que podría ser la de la típica familia cenicienta en donde un pobre de repente se vuelve rico, pero que en esta segunda parte el tema humano, conjugado con la unión de la familia, logra una cinta que vale la pena ir a ver a los cines.
Esto sí, hay que ir con conciencia de que estamos ante un cine que es casi adolescente y por tal razón en momentos se vuelve rebelde y se escapa de las manos a sus directores.
No v amos a criticar escribiendo con las escenas en la mente de cintas como El discurso del rey, ganadora de Oscar, vamos a decir que López logró conjugar un buen elenco en donde el mensaje que proyecta es la parte fundamental en este largometraje que, aunque cuenta con muchos patrocinadores, en esta oportunidad fueron más cuidadosos y no incurrieron en exceso, como en la primera entrega, aunque es bueno aclarar que ya la industria cinematográfica y las marcas encontraron nuevas maneras de exprimir sus conexiones.
Si ya de por sí la trama que presenta la película es llamativa para la gente que sueña con un futuro mejor, el mensaje de unos hijos que venden todos sus bienes para llevar a su madre a China a curarse de una rara enfermedad le da fuerza al entorno de un mundo ciertamente tan convulso y radical como el que estamos viviendo hoy, donde la familia se ha perdido dentro de sus propios hogares dando paso a que la violencia entre por la puerta y destruya todo.
La cinta tiene momentos cumbre de risa y hasta de tristeza, pero también tiene sus puntos bajos, como el secuestro de la niña Susanita (Chelsy Bautista), donde Irving Alberty y Luis José Germán no hacen su mejor papel de secuestradores tontos.
Lo mismo pasa con Elizabeth Ruiz, cuando hace la escena de la mujer que siempre quiere escuchar los mejores halagos del esposo, aquí lo chistoso no da risa.
El mejor puntaje de actuación se lo lleva la actriz Dalisa Alegría (Mechy), quien hace de asistente de Raymon Pozo, no cabe dudas que es una actriz probada en varias telenovelas internacionales.
Fernando Carrillo da el toque internacional y, a pesar de ser un casi cincuentón, todavía conserva ese aire de galán que sabe manejar muy bien. Muchos cuerpos esculturales de la televisión intervienen en papeles cortos aquí .
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