“Nuestro primer y más alto deber es el de protestar”

“Nuestro primer y más alto deber es el de protestar”

“Nuestro primer y más alto deber es el de protestar”

Santo Domingo.-Un día como hoy hace cien años, el gobierno de Estados Unidos comunicó al entonces ministro de Guerra de la República Dominicana, Desiderio Arias, que abandone al país, abriendo así la puerta a la ocupación, tres días después, de la capital dominicana.

Este episodio se convirtió en el principal puntillazo para que cuajara la primera ocupación militar norteamericana, la cual empezó con la llegada de los primeros marines por Montecristi el 4 de mayo de 1916.

Desde el desembarco, los militares estadounidenses empezaron su avance hacia las ciudades más importantes del país, entre ellas Santiago y Santo Domingo. Sin embargo, pese a su superioridad en armas la resistencia no se hizo esperar desde el primer momento.

“Ante los dolorosos hechos cumplidos, que ponen a la Patria a merced de un dueño, nuestro primer y más alto deber es de protestar enérgicamente contra la intromisión”.

Esta frase, que fue acuñada por cientos de dominicanos, es un fragmento del editorial del periódico Listín Diario titulado “La intervención”, que circuló el 15 de mayo de 1916.

Motivaciones

Para intervenir el país los estadounidenses tomaron como alegato que el Gobierno dominicano había incumplido la convención Dominico-Americana firmada en 1907, que impedía al país hacer variaciones económicas sin el consentimiento de EE. UU.

Así mismo, alegaron que buscaban acabar con la anarquía que vivía el país en ese momento de inestabilidad política.
“Ninguno de esos argumentos justificaron la intromisión de los estadounidenses”, aseguró Álvaro Caamaño, encargado del departamento de investigación del Archivo General de la Nación.

El también catedrático afirmó que la verdadera motivación de los norteamericanos fue convertir el país en el “gran centro azucarero del Caribe”, ya que en esa fecha ese producto estaba en escasez a consecuencia de la Primera Guerra Mundial.

“Además, Estados Unidos quería mantener el control del país para que los alemanes que estaban en guerra en esos años no nos utilizaran como punto estratégico”, explicó.

Los interventores establecieron un gobierno militar encabezado por el capitán Harry Knapp, que tomó el control de la nación en noviembre de 1916. Desde ahí iniciaron una serie de cambios en el sistema económico, político y militar para mantener su hegemonía.

Censuraron la prensa y sometieron con violencia a quienes se oponían a sus ordenanzas.

La resistencia

Aunque algunos dominicanos se mostraron indiferentes a la intervención, la generalidad de la población mostró su rechazo desde el primer momento. La lucha contra los interventores se articuló en diversos frentes.

En el este del país surgieron los grupos armados denominados “Gavilleros”, quienes hicieron frente a los invasores extranjeros.

Siendo tan solo un joven, Gregorio Ulbano Gilber se armó de un revólver y cuando los marines llegaron a San Pedro hirió a uno de los oficiales como forma de protesta.

Así mismo, la clase intelectual del país hizo sus aportes y en 1920 crearon la Unión Nacionalista Dominicana, liderada por Emiliano Tejeda, la cual denunció los atropellos cometidos por los norteamericanos contra los criollos.
Otros intelectuales que encabezaron la resistencia fueron Américo Lugo, Andrés Avelino, Federico García Godoy y Fabio Fiallo, entre otros.

Luego de una larga lucha, los militares estadounidenses desocuparon definitivamente el país el 12 de julio de 1924, tras la firma del acuerdo Hughes-Peynado, que devolvió la soberanía a los dominicanos. Desde esa fecha se inició el periodo conocido como la Tercera República.