Una mujer neoyorquina de 44 años ha sido detenida tras defecar en la mesa de su jefe después de que el viernes le tocaran en la lotería tres millones de dólares.
En la empresa de transporte donde trabajaba no sabían que le había tocado ese pastizal. Ella llegó el lunes como cualquier otro, con la intención, eso sí, de regalarle una cosita a su jefe: sus excrementos.
«Llevo aguantando toda su mierda todos estos años, ahora que aguante él la mía».