La democracia pierde el apoyo y el encanto entre dominicanos

La democracia pierde el apoyo y el encanto entre dominicanos

La democracia pierde el apoyo y el encanto entre dominicanos

El país ha logrado avances y fortalecido su sistema electoral.

Santo Domingo.-Los dominicanos van perdiendo el encanto por la democracia, lo cual se muestra al registrar un declive por segundo año consecutivo hasta ver bajar su apoyo a un 54 por ciento, lo cual se explica por lo poco satisfechos que dicen los ciudadanos sentirse con este sistema y el descreimiento generalizado en las instituciones.

Según el Latinobarómetro correspondiente al año 2017, el apoyo a la democracia cayó un seis por ciento con relación a 2016 cuando era de 60 por ciento, siendo el 54 por ciento actual el nivel más bajo registrado desde 2004.

En adición, la satisfacción por este sistema era de apenas 32 por ciento, lo cual indica que un grupo importante de los que dicen apoyar este sistema entiende que el mismo no llena las expectativas.

La situación de la República Dominicana no es aislada, pues forma parte de un fenómeno que contagia a toda América Latina.

El estudio indica que el declive de la democracia se acentúa este año, “con bajas sistemáticas del apoyo y la satisfacción de la democracia, así como la percepción de que se gobierna para unos pocos”.info-democracia-dominicanos

La base del apoyo y la satisfacción de la democracia ha sido socavada por el deterioro de la opinión de los ciudadanos de las instituciones públicas.

Un caso que llama la atención es la caída abrupta de la aceptación del Gobierno la cual pasó del 76 por ciento en 2016 a 52 por ciento este año.

Sin embargo, al compararlo con los demás gobiernos de América Latina, el que encabeza Danilo Medina es el cuarto mejor valorado de la región, solo superado por los gobiernos de Nicaragua, Ecuador y Bolivia.

La desconfianza y la insatisfacción de los dominicanos se ven en múltiples indicadores del estudio, ya que apenas el 11 por ciento entiende que puede confiar en la mayoría de la gente, situación que también se refleja en las instituciones.

Solo la Iglesia obtiene notas sobresalientes en este renglón, pues el 75 por ciento dice confiar en ella, un rango que supera en 10 puntos el promedio de América Latina.

La situación se convierte en crítica cuando se pasa a las instituciones del Estado, lo cual podría tener su explicación en que el 87 por ciento de los dominicanos considera que un “pequeño grupo gobierna para su propio beneficio”.

La confianza en las Fuerzas Armadas alcanza un 43 por ciento y la Policía Nacional un 23 por ciento.

La confianza en el órgano electoral tuvo también una pronunciada caída desde 2015 a 2017, al pasar del 55 por ciento a solo un 23 por ciento, lo cual lo coloca por debajo del promedio de América Latina, que es de 29 por ciento.

También tienen bajos niveles de confianza instituciones como el Poder Judicial, con un 22 por ciento, y el Congreso con un 23 por ciento.

El sentimiento de desconfianza del dominicano es notorio cuando se le pregunta sobre el Gobierno, pues aunque un 52 por ciento dice estar satisfecho con él, apenas el 28 por ciento dice confiar en él.

Sin embargo, la situación más dramática y que probablemente tenga mayor incidencia es que solo el 32 por ciento de los consultados diga estar satisfecho con la democracia y que apenas el 15 por ciento de los encuestados dice confiar en los partidos políticos.

El fenómeno de los partidos políticos no es exclusivo de República Dominicana, país que se encuentra en la media de la región, sino que se expande por toda América Latina, ya que el país donde más se confía en los partidos es Uruguay, con un 25 por ciento, mientras que la mayor desconfianza se registra en Brasil, con apenas un seis por ciento.

La corrupción

Según el Latinobarómetro de 2017, la corrupción aparece como el cuarto problema más importante en la región, aunque los dominicanos lo consideran el segundo problema más importante, solo superado por la delincuencia.

El 15 por ciento de los consultados lo ve como el principal problema, superado por el 32 por ciento de la delincuencia.

Ese indicador se coloca justo en la media de América Latina, en la que Brasil y Colombia tienen a la corrupción como su principal problema con un 31 por ciento y 20 por ciento, respectivamente.

Sólo el 35 por ciento de los dominicanos entiende que se ha progresado en la lucha contra la corrupción.

Latinobarómetro ve ese fenómeno como algo positivo, pues considera que la percepción de la corrupción en la región ha aumentado porque ahora se ven como corruptas acciones que antes no se consideraban como tal.

“Al mismo tiempo es efectivo que la democracia ha traído consigo mayores niveles de transparencia, lo que ha hecho que muchos hechos corruptos instalados como prácticas usuales sean hoy día calificados como corruptos, y antes no lo eran”, indica.

A seguidas añade que “es el proceso de perfeccionamiento de la democracia que va cerrando espacios para costumbre no democráticas, se legisla y se castigan las malas prácticas, y aumentan consecuentemente los indicadores de percepción de esos fenómenos”.

Clientelismo

Uno de los factores que salen a relucir sobre cuestionamientos a la democracia por parte de los dominicanos tiene que ver con el clientelismo, pues el 53 por ciento de los consultados afirma haber visto a candidatos o personas de los partidos políticos dando regalos o favores.

“El clientelismo que refleja esta pregunta sobre regalos y favores muestra que puede haber países como República Dominicana con algo orgullo de voto secreto, pero también con altos grados de clientelismo, donde uno de cada dos votantes es percibido habiendo recibido algo de un candidato o un partido”, indica el informe.

Situación económica

Los dominicanos presentan una situación económica actual degradada, aunque son los que mejores expectativas dicen tener para el próximo año entre todos los países de América Latina.

República Dominicana encabeza la visión optimista para el próximo año, con un 63 por ciento, aunque al preguntarle sobre su situación actual revela una situación negativa ya que el 60 por ciento entiende que los ingresos no les alcanzan y el 42 por ciento afirma que tiene dificultades para obtener la comida.

“El optimismo respecto a la situación personal es mucho más marcado en República Dominicana, con 63 por ciento, y en Nicaragua, con 61 por ciento. En contraste, El Salvador, Uruguay y Chile son los países menos optimistas respecto a las finanzas personales, al registrar proporciones de mejora de entre 31 por ciento y 36 por ciento.

Al momento de preguntar si recibe asistencia social por parte del Gobierno, los dominicanos tienen el mayor porcentaje con un 29 por ciento, seguido de Chile con un 27 por ciento y Venezuela y Colombia con el 23 por ciento.

Pese a esa visión pesimista de su situación económica, el 57 por ciento de los dominicanos se considera clase media o alta (42 por ciento y 15 por ciento, respectivamente), mientras que el 41 por ciento se considera clase baja.



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