Las infecciones vaginales constituyen un tema de siempre actualidad a causa de las dificultades que plantea.
Son unas de las afecciones que más afectan a las mujeres en todo el mundo, y sus causas y síntomas son diversos.
El tema es tratado por la doctora María del Pilar Vargas Porra, integrante de la Clínica de la Mujer del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).
Estas infecciones que tienen mujeres jóvenes y adultas por lo general no son serias, aunque pueden ser molestas, asegura.
Causan vergüenza
Muchas mujeres pueden sentir vergüenza al admitir que tienen una infección vaginal y, de hecho, algunas prefieren ignorarlo; sin embargo, se estima que todas pueden padecer por lo menos una vez en su vida y es muy importante prestarle atención, ya que se pueden convertir en un problema mayor, insiste Vargas.
Las infecciones de las vías genitales pueden ser de origen bacteriano, parasitario, micótico o viral. Ciertos agentes patógenos se encuentran exclusivamente en una localización particular, a nivel del aparato genital (vulva, vagina y cuello para el HPV [virus del papiloma humano]).
Otros tienen localización preferencial, salvo algunas situaciones particulares (vulvovaginal para las infecciones micóticas) y otros se localizan indistintamente a diferentes alturas del aparato urogenital, como la bacteria Echerichia Coli, por ejemplo.
Este tipo de enfermedades tiene varios desencadenantes comunes como pueden ser:
– Mala higiene íntima, cambios hormonales o uso de ropa interior inadecuada.
Casos más frecuentes
Entre los más frecuentes está la vaginitis, causada por bacterias propias del área del colon, las cuales llegan a la vagina cuando la niña o la mujer realizan su limpieza íntima de atrás hacia adelante. Teniendo en cuenta esto, está claro que desde una niña hasta una mujer en su etapa adulta está en riesgo de sufrir, por lo menos, un tipo de infección vaginal.
También son comunes las infecciones por hongos o levaduras, que se producen cuando algo altera la flora vaginal y el uso frecuente de antibióticos. Los síntomas varían de mujer a mujer y según el tipo de infección.
Existen las infecciones por hongos, el más frecuente la Candida Albicans, normalmente está presente en cantidades reducidas en una vagina sana, no siendo irritante a menos que aumente su número.
Cuando comienza a multiplicarse y a crecer provoca un desequilibrio en la vagina que llega a producir irritación, asegura Vargas.
Entre los factores que condicionan a que este patógeno prolifere está la diabetes mellitus, cambios emocionales, dieta desbalanceada, excesos de lavado vaginal e ingestión de antibióticos.
De las infecciones por bacterias, la más frecuente es la GardnerellaVaginalis, la cual está presente en la vagina en pequeñas cantidades y produce infección cuando se multiplica, causando flujo vaginal blanquecino con olor a pescado podrido.