El escritor Carlos Ruiz Zafón era un melómano confeso, hasta el punto de que componía con su teclado para dar alma musical a sus novelas o incluso para ayudarse en pleno proceso creativo.
Parafraseando a su admirado Orson Welles, decía Zafón que «la atmósfera es siempre lo más importante», y por eso con «La sombra del viento» comenzó a componer esa banda sonora imaginaria de su novela.
‘Escribo música sin pretensiones, como diversión y también como válvula de escape cuando estoy inmerso en la creación de una novela; y en ambas tareas busco los recursos más eficaces para crear la atmósfera que necesita la obra’, señaló en 2014 poco antes de estrenar la suite ‘La sombra del viento’ en el Palau de la Música.
Lejos de sentirse un profesional, reconoció que la música le servía para ‘invocar el proceso creativo’ durante la escritura de sus obras.
En los ocho movimientos que forman ‘La sombra del viento’ con música para piano, orquesta o vientos, se encuentran, como él mismo reconocía, ‘resonancias de música impresionista del siglo XX, música barroca o tonos haydnianos clásicos’.
Ruiz Zafón, que vio de este modo en el Palau de la Música colmado uno de sus grandes sueños infantiles, escribía intentando utilizar las mismas condiciones a las que recurre un compositor al crear ritmos, contrapuntos y buscar armonías para trasladar al lector ‘una atmósfera y un impacto emocional’.
El malogrado escritor se había sentido atraído por la música desde pequeño cuando, por placer, se había comprado y estudiado tratados musicales como la ‘Armonía de Schoenberg’, e intentaba ‘buscar pianos en casa de los amigos’, sin ocultar la frustración de ‘no haber recibido una educación musical’.
‘Cuando estoy trabajando en una historia, me gusta escribir música para ella. Escribo pequeñas composiciones para los personajes, para las escenas y las secuencias de las novelas’, explicó Ruiz Zafón en 2016 en la Antigua Residencia de los Embajadores de España, en Washington, poco antes de ofrecer una breve actuación al piano.
‘A veces cuando quiero saber lo que significa algo o cuando hay algo que no sé cómo resolver y, creo que es un tema de la textura o de la atmósfera, entonces escribo música’, reveló.
En su propia página web (carlosruizzafon.com), los lectores pueden ahora ‘oír’ sus novelas a través de esa música que ondeaba en las páginas de sus libros, con temas como ‘El Prisionero del Cielo’, ‘Bea y Daniel’, ‘Cuento de Navidad’ o ‘Regreso al Cementerio de los Libros Olvidados’.