Santo Domingo.- «Yo estoy llorando de la felicidad porque mi caso no se quedó impune y se hizo justicia», fue la reacción de Yocairi Amarante a su salida del Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, tras escuchar la condena de 30 años de cárcel a los tres implicados de atacarla con ácido del diablo el 28 de septiembre del año pasado.
De igual manera, sus familiares agradecieron a Dios, el presidente Abinader y al pueblo dominicano por haberla apoyado durante el proceso judicial.
Condena
Las magistradas Ailín Ventura, Leticia Martínez y Milagros Ramírez, quienes integran el tribunal, adoptaron su decisión tras acoger el pedimento del Ministerio Público, que demostró los hechos que cometieron los imputados.
Los imputados Joan José Feliz, Pedro Alexander Sosa Méndez y Willis Antonio Javier Monegro, esta última expareja de la Yocairi Amarante, cumplirán la prisión en la cárcel del 15 de Azua.
El Ministerio Público pidió 30 años de cárcel para cada uno de los imputados, solicitud a la cual se adhirió Ivanna Rodríguez, abogada de Yocairi.
Rodríguez dijo que en el caso de su defendida se hizo justicia y pidió que se regule la venta de las sustancias que componen el «ácido del diablo».
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De acuerdo a la acusación el imputado Javier Monegro, expareja de la víctima, tenía 5 días planificando la agresión contra la joven, y le ofreció 25 mil pesos a Sosa Méndez para que le lanzara el ácido a Yocairi Amarante.
El Ministerio Publico estableció que la expareja de la víctima le indicó a Pedro Alexander que buscara a otra persona y este contactó a su cómplice Joan José Féliz para que lo acompañara a cometer la acción.
De acuerdo a levantamiento de los vídeos de las cámaras de seguridad de la zona, Sosa Méndez conducía la motocicleta y Féliz iba en la parte trasera. Ambos tenían las instrucciones bien precisas de Javier Monegro, quien además les entregó una foto de su víctima.
Yocairi Almarante no dejó de presentarse a su proceso, a pesar de su condición que se encuentra su rostro y otras parte de su cuerpo que le provocó por el ácido del diablo, que le fue lanzado supuestamente por los imputados.