Yo Quiero Pagar

Yo Quiero Pagar

Yo Quiero Pagar

Frederich E. Bergés

Dentro de la diversidad de temas que dominan la palestra publica, en lo que economía y finanzas se refiere, las posibilidades de una inminente reforma fiscal antes de concluir el año, es la mas comentada.

Es así por que todos los conocedores del tema, autoridades, opositores, empresarios y estudiosos están conscientes de que el actual desequilibrio fiscal, esto es el exceso de gastos del estado por encima de sus recaudaciones, es insostenible.

Y como colación, la magnitud de la deuda publica y su relación con los ingresos fiscales hace cuestionar la viabilidad futura del modelo seguido de compensar la falta de ingresos con nuevas deudas.

Al analizar el tema de las recaudaciones con mas detenimiento, es obvio que existe una enorme evasión y colusión en el cumplimento de las obligaciones, sean empresariales, personales o de consumo.

Además, está el tema del pago de impuestos por parte de independientes profesionales y no profesionales; de las llamada sempresas informales y de las unipersonales, grandes y micros. A eso se le suman la gran cantidad de exenciones, legitimas o aprovechadas por los que saben hacer su mejor utilización.

Otro ángulo del tema es la noción de los niveles de corrupción en la administración pública, de la cual en los últimos días hemos visto nueva vez demasiados ejemplos, que a su vez constituyen el mejor estímulo para la evasión de quienes sienten que sus impuestos son distraídos en estos vergonzosos actos de perversidad.

Súmele además las multimillonarias sumas que la administración dedica a banalidades, demasiadas abundantes como para enlistar en estas breves palabras.

Por todo ello, muchos ciudadanos claman quieren pagar lo que les corresponde de impuestos, contribuciones y tasas, pero antes exigen se detenga y erradiquen las actividades de evasión, exenciones, subsidios, corrupción y despilfarro del erario. Solo con la autoridad moral que otorgaría eliminar estas practicas es que una posible reforma fiscal fuera posible. Si no, fíjese en el ejemplo reciente de Colombia.



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