Yo no estaré aquí, pero mis nietos sí

Yo no estaré aquí, pero mis nietos sí

Yo no estaré aquí, pero mis nietos sí

Conversaba yo el otro día con un técnico en asuntos hidrográficos y me quedé pasmado al enterarme,  con algunas cifras, de la gravedad del problema de la escasez de agua, no solamente aquí en la República Dominicana, sino en todo el mundo.

A partir de entonces no soporto ver el desperdicio de una sola gota de agua. El asunto es que, según estudios realizados por organismos de las Naciones Unidas, del Banco Mundial y  de la Comisión Mundial del Agua, en  poco más de 25 años las personas que sufren por la escasez de agua aumentarán de 600 millones a 3,000 millones.

La principal causa será, aparte del calentamiento global, el mal manejo de los recursos hídricos por parte de la gente.

Las regiones más afectadas serán África, que actualmente presenta los más graves problemas de sequía, Oriente Medio y parte del sur de Asia.

En América Latina, el país que registra problemas más severos con el líquido es Perú, debido a su precaria infraestructura de irrigación.

Sin embargo, no nos creamos los dominicanos que estamos mucho mejor que los peruanos. Basta solamente con recorrer cualquier carretera y observar bajo los puentes cómo se secan los ríos.

Quienes tenemos más edad podemos recordar, no sin honda pena, cuán caudalosos eran esos ríos que hoy vemos moribundos. Lo que más me preocupa es que los gobiernos que he visto sucederse a lo largo de mi vida no han hecho gran cosa para detener ese deterioro.

Y no es solamente la escasez de agua lo que debe preocuparnos. Lo más grave es que, según los expertos, si los índices de escasez de agua siguen aumentando al ritmo actual, muy pronto también se registrará una disminución de un 10 por ciento de alimentos a nivel mundial.

Más del 40 por ciento de los cultivos necesita  irrigación, lo que lleva a pensar, como dice Sandra Postel,  del World Watch Institute, de Washington, que nuestro mundo no solo estará sediento para  2025, sino también hambriento

Yo, y mucha gente como yo, de seguro no estaremos en el planeta para entonces, pero …¿y los que quedan? ¿Tenemos nosotros derecho a dejarles ese problema?



El Día

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