Y se impuso la sensatez

Y se impuso la sensatez

Y se impuso la sensatez

German Marte

Cuando muchos comenzaban a bajar la guardia, arropados por los cantos de sirenas de sectores conservadores y ante la manipulación de auténticos vividores, vino como un rayo la sensatez y se posó en el hemiciclo. La mayoría de los senadores impidió con su ausencia la aprobación del Código Penal.

No bastaron los amarres de verdaderos truchimanes que acumularon una amplia experiencia como diputados y que siguen en lo suyo ahora desde la Cámara Alta. Tampoco fueron suficientes las maldiciones -que en nombre de Dios- lanzaron desde el púlpito ciertos líderes religiosos contra legisladores que actuaban correctamente. Se impuso la sensatez.

Es que la sola idea de aprobar algo tan importante como el Código Penal al vapor, sin leerlo siquiera es un absurdo.

Cabe preguntarse entonces, ¿cuál era la prisa? ¿Es tan solo un tema de creencias, o hay otros intereses subyacentes? Al parecer hay cosas que no se ven a simple vista y como me aclaraba un amigo de mente preclara: “el tema de las tres causales fue una jugada maestra para dividir el movimiento y poder pasar por debajo de la mesa un código que permitiera que muchos crímenes quedaran impunes. Ahí hay intereses más profundos que una simple posición sobre el aborto”.

Ah, entonces eso explica la prisa. Cogieron como carne de cañón a una feligresía ingenua para desviar la atención y dejar fuera del Código otros elementos más importantes que eso. Casi lo logran.

Sorprendentemente, esa componenda contra un Código Penal avanzado que respete derechos y proteja a todos los ciudadanos por igual, involucra congresistas de todos los partidos.

Hay que resaltar la actitud gallarda de los senadores Antonio Taveras y Faride Raful, los dos blancos favoritos de los recalcitrantes “demócratas” que quería imponer su criterio a la sociedad. No cedieron ni un palmo y defendieron que se discutiera y estudiara la pieza como corresponde.

Debemos reconocer también la voluntad política del presidente Abinader y de una parte importante de los legisladores del PLD que esta vez estuvieron en sintonía con las aspiraciones de quienes defienden los mejores intereses de la sociedad dominicana. Loable también la actitud de los legisladores del Frente Amplio, Alianza País y Dominicanos por El Cambio.

Lamentablemente, los seguidores del expresidente Leonel Fernández hicieron causa común con los sectores ultraconservadores. La historia habrá de juzgar al expresidente por ese conservadurismo inexplicable en un hombre de su formación.

Mientras, la vida continúa, y tal como dijo Faride, en la Legislatura que inicia el próximo 16 de agosto, el Proyecto de Código Penal será reintroducido para que la Comisión haga el estudio y análisis que corresponde.

“Sin presiones y con la firme voluntad política de aprobar el CP que necesitamos”. ¿Por qué no?

Es pertinente que los legisladores escuchen sugerencias de juristas, entidades de la sociedad civil así como los aportes de la magistrada Miriam Germán y otros.

Finalmente, vale recordar que no hay un solo país desarrollado que pueda decir que logró avanzar gracias a la religión. Todo lo contrario. Mientras más atrasada es una comunidad, tiende a ser más religiosa.

No estoy en contra de quienes creen en Dios o un ser superior. Eso lo respeto religiosamente. Pero es un error imponer un criterio religioso al Estado, a la escuela y a la sociedad.



German Marte

Editor www.eldia.com.do

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