- Publicidad -

¿Y los sindicalistas dónde están?

Creciendo en los años sesenta y setenta existían unas organizaciones feroces y decididas que defendían a capa y espada a los trabajadores del país, fuesen empleados formales, ocasionales o informales.

Se ocupaban no tan solo de defender derechos, sino también por obtener conquistas que permitieron hacerles la vida del trabajo y del descanso más llevaderos, en procura de alcanzar algún día un futuro mejor. Estas organizaciones se llamaban sindicatos.

Hoy en día el papel de esas entidades se ha minimizado y sus esfuerzos parecen dedicados a la minoría de los trabajadores del país, aquellos amparados con empleos formales. Por ello sólo se observan manifestaciones acerca de la cesantía y algunos elementos de la seguridad social. Los temas principales de la gran mayoría de los trabajadores, el bajo nivel de ingresos y beneficios sociolaborales, están ausentes en las actividades sindicales.

Y esto a su vez concierne a dos grandes grupos. El primero son los informales, que no tienen per se representación alguna, salvo cuando se pronuncian algunos hacedores de opinión pública o en estudios sociales e investigaciones académicas. El segundo grupo son aquellos que, aunque empleados, perciben ingresos que les mantienen en la marginalidad por cuanto son empleos precarios o de ingresos por debajo del mínimo requerido para llevar a cabo una vida decente.

Llama la atención los datos recién revelados en cuanto que esos empleos precarios sumado a los informales afecta el 62.3 % de la masa laboral. Peor aún, además de la enorme cantidad de informales que no reciben los beneficios del sistema de seguridad social, apenas unos 2.5 millones de los cotizantes hacen aportes, los que a su vez presentan intermitencias que les permiten cotizar solo el 40 % del tiempo que en que debían de hacerlo.

Sin dudas el trabajador dominicano está huérfano de representación que abogue de manera colectiva y sin discriminaciones por un mejor nivel de ingresos y una participación real en los esquemas sociolaborales. Si los sindicalistas ya renunciaron a encabezar esa labor, queda un vacío que sin dudas será ocupado por otro tipo de fuerza social.

Etiquetas

Artículos Relacionados