La semana pasada se pudo apreciar cuando existe algún interés en proyectos o iniciativas en el Congreso Nacional y en la clase política.
Sucede que en cuestión de horas la Cámara de Diputados y el Senado aprobaron la Ley de Naturalización para estatus a hijos de descendientes de extranjeros nacidos en el país inscritos en situación irregular, que de inmediato fue promulgada por el Poder Ejecutivo.
Sin embargo, la Ley de Partidos tiene más de 10 años dando “tumbos”, en total abandono, y sólo existen asomos de aprobación. ¿Y?