Los peledeístas parecen decididos a vivir con sobresaltos. No bien salen de la lucha intestina a favor y en contra de un posible proyecto de reforma de la Constitución, en primera fila para impulsar una segunda repostulación del presidente Danilo Medina, según querían muchos de sus allegados, y después que sea habilitado para que pueda presentarse como candidato para los comicios de 2024.
Durante estas disputas hubo acusaciones entre los seguidores de Medina y del expresidente Leonel Fernández con el temor de que el Partido de la Liberación Dominicana pudiera sufrir una división que le costara el poder en las elecciones de 2020.
La presión social y la oposición férrea de Fernández y su grupo contribuyeron a desactivar el proyecto reeleccionista, ya que el propio presidente Medina dijo en un discurso a la nación que había acariciado la idea de buscar otro periodo de cuatro años.
De acuerdo a Reinaldo Pared Pérez, precandidato presidencial y presidente del Senado, Medina desistió de materializar una modificación constitucional por el asunto de la legitimidad del eventual Gobierno que encabezaría, en caso de que el Congreso concretara la iniciativa.
¿Ahora qué?
Sucede que ahora hay resistencia del grupo de Medina a acatar el acuerdo de 2015 que facilita la alternabilidad en la presidencia de la Cámara de Diputados, no así en el Senado, ya que Pared Pérez parece ser vitalicio entre el líder de los senadores. El grupo de Leonel Fernández espera que Demóstenes Martínez asuma la presidencia de la cámara.