Otra vez la jefatura de la Policía Nacional intenta sacar conejos de un sombrero, como si fuera un prestidigitador, al afirmar que para garantizar el orden durante la Navidad y el Año Nuevo se sacarán a la calle 17,000 agentes patrulleros.
Al anunciarse que esa impresionante cantidad de policías va a patrullar la capital en días tan especiales además de otros miles que harán lo mismo en ciudades de provincias-, se supone que dicho patrullaje no está siendo realizado en el tiempo presente, sino que se trata de una promesa para el futuro cercano.
Entonces se me ocurren dos preguntas. La primera: ¿de dónde van a sacar 17,000 nuevos agentes, de la noche a la mañana, equipados y entrenados como Dios manda? La segunda: si la Policía se siente en capacidad de garantizar el orden público durante determinados días del año, ¿por qué no hace lo mismo permanentemente, doce meses al año, siete días a la semana y 24 horas de sol a sol?
La sociedad dominicana está viviendo uno de los peores momentos de su historia en materia de seguridad ciudadana y es comprensible que las autoridades traten de llevar sosiego y esperanza a la ciudadanía.
Pero no exageren, señores de la Policía, porque las hipérboles y las burlas suelen andar juntas. Y el horno no está para galleticas.