Santo Domingo.-La sala principal del Teatro Nacional Eduardo Brito de Santo Domingo fue el escenario de una noche mágica y llena de nostalgia, donde el “Divino Rockmántico”, Wilkins, reafirmó por qué sigue siendo uno de los artistas más emblemáticos de la música latina.
Con más de 50 años de carrera, Wilkins demostró que su energía, talento y conexión con el público permanecen intactos.
A las 8:50 de la noche, Wilkins hizo su entrada triunfal, luciendo una chaqueta blanca con lentejuelas y pantalones de piel negros.
El espectáculo comenzó con “Truenos y silencios”, el tema que da nombre a su gira, marcando el inicio de un recorrido musical por 28 de sus éxitos más emblemáticos, acompañados de modernos arreglos y la impecable interpretación de una banda de 9 músicos y tres coristas, bajo la dirección del maestro Omar Cruz.
“Buenas noches, República Dominicana. ¡Qué feliz estoy de estar aquí después de tantos años! Cuántas mujeres bonitas. Este país me recibió en 1981 con esta canción: ‘El sucesor’. Y, aunque han pasado los años, el amor sigue siendo el mismo. Gracias por no olvidar mis canciones”, expresó el artista con evidente emoción al dirigirse al público que llenó la sala Carlos Piantini.
Durante dos horas de espectáculo, Wilkins no sólo deleitó con sus icónicas baladas románticas, como “Te amo”, “Sereno” y “Qué me pasa contigo”, sino que también hizo vibrar al público con temas llenos de ritmo, como “Amor en el tequila go go” y el popular merengue “El negrito del batey”.
Como antes
Exhibiendo movimientos de cadera que encendieron la sala, Wilkins apareció vestido de negro para interpretar algunos de estos temas con un toque rockero y moderno que sorprendió a sus seguidores.
En uno de los momentos más emotivos, vestido completamente de blanco, el intérprete presentó “Agítalo y no lo muevas”, dejando claro que su energía sobre el escenario permanece como en sus mejores años.
Con un cuarto cambio de vestuario, esta vez con un vibrante traje color naranja, Wilkins cerró su espectáculo con “El tornillito” y “Pero te olvido”, mientras agradecía a sus fans por tanto cariño: “Gracias, República Dominicana. Un sueño hecho realidad. Los amo”.
El legado de un ícono
Además de interpretar sus clásicos, Wilkins incluyó en su repertorio canciones más recientes que formarán parte de su próximo álbum, el número 50 de su carrera.
Este es un logro impresionante que reafirma su lugar como uno de los artistas más prolíficos de la música latina.
Críticas de la prensa han destacado su capacidad para reinventarse, mientras conserva la esencia que lo convirtió en una estrella. Su reciente presentación en el Coliseo de Puerto Rico, el pasado 14 de septiembre, fue calificada como épica, y el concierto en Santo Domingo no fue la excepción.
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Los asistentes coincidieron en comentarios como: “Wilkins está mejor que nunca”, “valió cada minuto” y “es un artista impresionante”.
La noche fue un éxito total, gracias también a la impecable producción de BigStarSD, que cuidó cada detalle para ofrecer una experiencia inolvidable a los asistentes.
Wilkins sigue siendo sinónimo de pasión, talento y entrega y su concierto en Santo Domingo reafirmó que, a pesar del tiempo, su luz continúa brillando con fuerza. Tiene una conexión especial con República Dominicana.
Cantante
Trayectoria
Wilkins tiene una carrera legendaria que cuenta con más de 50 años en la música, con una discografía que incluye 49 álbumes. Reconocimientos internacionales: nominado al Grammy Latino y reconocido como influyente.
*Por Carmen Luz Beato
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