Vivir en pánico

Vivir en pánico

Vivir en pánico

Lady Reyes, editora de Vida y Estilo, periódico El Día.

Muchos son los temores que nos atormentan en esta era moderna, donde las prisas nos están matando lenta o rápidamente.

Nos lanzamos como correcaminos de nuestras camas a enfrentar unas calles cada vez más caóticas, cuya locura se triplica en estas fiestas navideñas, sin dejar de lado que trabajamos más que en años pasados, tanto así que muchos dejamos la oficina y seguimos en modo activo hasta que los ojos llegan a cerrarse.

Nuestra expectativa de vida se reduce cada día más y esto no es un mito ni una exageración. Para muestra un botón: las estadísticas de muertes por enfermedades del corazón y cerebrovasculares, por cáncer o accidentes. Las cifras siguen aumentando y cada vez son más.

No nos cuidamos y se podría decir que hasta hemos llegado a pensar que somos inmunes a estos males.

Cada vez hay menos tiempo para comer saludable, compartir con los amigos y familiares y hasta para consentirnos a nosotros mismos.

Sin embargo, a pesar de lo ante expuesto, el verdadero pánico que nos carcome día a día es nuestro temor a la delincuencia.

Es muy común escuchar como otros, hasta nosotros mismos, hemos cambiado nuestros hábitos por temor a ser asaltados y perder la vida en el intento.

Cada día los delincuentes ganan más terreno y se van apoderando de nuestra paz. Conducimos, caminamos, salimos y hasta trabajamos con miedo a ser despojados de lo que hemos obtenido gracias a nuestro trabajo. Y este estado de pánico va mermando nuestra salud.

Es ahí donde me pregunto qué tan prisioneros estamos dentro de nuestra libertad.



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