Villa Altagracia, comunidad cercana a la Capital, que aún espera pase rápido y otros servicios

Villa Altagracia, RD.– A 43 kilómetros de distancia y a menos de una hora de la Capital está Villa Altagracia, municipio de San Cristóbal, de gente cálida y tierras fértiles que paren buenos frutos como naranjas y cocos que luego de procesados e industriados llegan a todo el país.
La pujante demarcación que en la época de los 60 vivió una de sus etapas más prósperas con la operación del Ingenio Catarey, la desaparecida industria del papel y zona franca, que fueron su pulmón económico, hoy obliga a la gente emplearse en un 90 por ciento en Santo Domingo y entornos cercanos en busca de ingresos para subsistir.
A las limitaciones económicas y necesidad de mejoras de sus condiciones de vida, que incluyen la demanda de viviendas de calidad, arreglo de calles, empleos, un hospital traumatológico dada la cantidad de accidentes que dice los munícipes se registra, se suma el impase del pago de un peaje de RD$100 pesos por sentido, totalizando 200 pesos diarios que impacta el bolsillo de su gente.
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Como resultado de esta medida, impuesta desde que se inauguró el peaje del Kilómetro 32 de la Autopista Duarte, representantes de la comunidad siguen reclamando un pase rápido para que los ingresos de las familias que se movilizan del lugar no se vean mermados.
Esa situación motivó a interponer una demanda ante el Tribunal Superior Administrativo, de la que esperan ser favorecidos luego de los reclamos y huelga con las que no lograron ser escuchados.
El vocero del movimiento ciudadano, Ramón Read, significó que ese impuesto afecta a miles de personas que se trasladan a diario principalmente por motivos laborales.

“Si alguien trabaja en la capital y viaja seis veces a la semana, eso significa un gasto de 1,200 pesos solo en peajes, a lo que se suma el combustible, lo que equivale a unos 300 pesos diario”, reiteró.
“Aquí además del tema del peaje, necesitamos un hospital de tercer nivel porque no tenemos, solo se atienden emergencias; no tenemos una ambulancia y todos los problemas lo tenemos que tramitar en la Capital, como son pasaportes, licencias de conducir”, externó Adalberto Santa María, presidente de la Seccional de Asociación Dominicana de Profesores.
Significó que mantienen la postura de no iniciar el año escolar si las autoridades no mejoran las condiciones de las escuelas y nombran los docentes que demandan.
Escuelas

A propósito la proximidad del año escolar, Santa María hizo una radiografía del sector e informó que de un tiempo acá demandan el nombramiento de docentes que tienen en el Banco de Elegibles para suplir 112 docentes, entre los que figuran 49 de educación primaria y 25 de secundarias; 12 maestros de educación artísticas y unos 13 de física.
Citó por igual que no están listos con los planteles, y el mejor ejemplo es la escuela María Teresa Hernández, demolida en el 2020 en la comunidad del Puerto y los estudiantes toman clases en una estructura de plywood y zinc; mientras la escuela Salomé Ureña en el kilómetro 61 sobrepoblada.
“Si nos vamos a la Cuchilla, la escuela Andrea Navarro que presenta grietas a tal fin que se puede atravesar una mano de una pared a otra; en la Astasio Reyes ya no hay cupo y posee una estructura de alucín sin ventilación por lo que es improcedente iniciar el año escolar”, enfatizó Santamaría, quien dijo esperar respuesta del Ministerio de Educación.

Reclamos comunitarios
Aunque reconocen la gestión municipal del alcalde Luis Pavolo con la limpieza de la comunidad, Richard Fernández, profesor jubilado se queja de la falta de empleos, lo que hace que la mayoría de la gente se tenga que desplazar a otros lugares a trabajar.
“Aquí desapareció el ingenio, la industria del papel, la zona franca y el que sale a trabajar tienen que pagar un peaje caro, tenemos una oficina de Impuestos internos, la Junta Central, pero necesitamos otras como las licencias que resolvemos cuando dan operativos y esta población está creciendo bastante, la zona norte, la sur más el casco urbano si nos comparamos con algunos municipios lo superamos en población y ningún gobierno central nos ha elevado de categoría”, comentó Fernández quien comentó que al margen de los empleos la gente dependen del chiripeo y la remesas que reciben de familiares en el exterior.
Externó que, la demarcación de unos 486 kilómetros cuadrados de territorio y 97 mil habitantes, moviliza diario unos 45 autobuses, expresos más carritos, sin los que salen en vehículos particulares.
“Para mí una de las urgencias es un hospital traumatológico, porque cuando uno tienen que hacerse un estudio profundo o la gente tiene un accidente hay que trasladarlo a la Capital al 28, Marcelino”, reaccionó Nurys Chacón, quien afirmó que en la Autopista Duarte ocurren muchos accidentes.
Espacios urbanos
Al margen de sus necesidades, la comunidad exhibe un importante dinamismo comercial, en la que además operan muchos pequeños negocios informales al igual que ocurre en el resto del país.
Sus principales calles céntricas lucen asfaltadas, mientras el parque municipal rinde tributos a figuras destacadas como son el popular merenguero Sergio Vargas, oriundo del lugar; Anthony Ríos, que aunque era de Hato Mayor del Rey, hizo vida en esa demarcación; el boxeador Abraham Mieses y el pelotero Nino Espinosa, de quienes se exhiben estatuas que los acercan al visitante.
El espacio urbano que igual tiene un busto de Juan Pablo Duarte, que la bienvenida a la comunitarios, es un lugar de encuentro y confraternidad, donde aún hacen presencia los limpiabotas y otras emblemáticas marchantas que han desaparecidas ya de muchas entre estampas dominicanas en áreas públicas.