Roberto Rodríguez Marchena reprodujo en sus redes sociales una información de que, según la encuesta Gallup, los feligreses en Estados Unidos, un país protestante, la religiosidad profesa se había reducido.
El dato se tomó como una “indirecta” contra la Iglesia católica, pues se lanzaba el mismo día en que seis sacerdotes y un diácono pronunciaban el Sermón de las Siete Palabras, el que contenía críticas sociales y a la debilidad institucional.
La valla no tomó en cuenta que fue más el espacio que les dedicaron los sacerdotes a las autocríticas que a la crítica externa.
Pero lo interesante es que, como si de un banderazo se tratara, inmediatamente empezaron una serie de figuras que sirven de resonancia a la línea oficial a lanzar todo tipo de ataques contra la Iglesia y el clero católico.