SANTO DOMINGO.-Muchas personas en el mundo, comunidades locales e indígenas, viven de la vida silvestre. Es decir, habitan bajo techo de madera, consumen alimentos y hacen uso de la medicina tradicional como materia prima para satisfacer sus necesidades básicas.

Esto equivale a que el origen de todo lo que se consume y usa, desde insumos de comidas, prendas de vestir, energía que ilumina e impulsa la producción y materiales con que se elaboran objetos y tecnología que dan confort a las personas, proceden de la materia en su estado natural, de acuerdo con Ivelisse Figueroa.

El lema de este años es: “Alianzas en favor de la conservación de la vida silvestre”.

En su condición de encargada del Departamento de Regulación y Control de Vida Silvestre de la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a propósito del Día Mundial de la Vida Silvestre que se conmemoró el 3 de marzo de 2023, resaltó la importancia de preservar los recursos en óptimo estado natural.

“El arroz, el maíz, las habichuelas y los animales domésticos que consumimos son de origen silvestre”, puntualizó la especialista que deplora la explotación indiscriminada de los recursos, sin tomar en cuenta que muchos son finitos, no infinitos como se cree.

Explotación de especies
Figueroa refiere que la explotación de las especies silvestres sometidas a comercio internacional, versus su conservación, se puso de manifiesto por primera vez en 1960 en la séptima reunión de la Asamblea General de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales, celebrada en Varsovia, Polonia.

En 1975 se instituyó la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres que conjuga los conceptos de comercio, conservación y desarrollo de forma innovadora. También se estableció la Conferencia de las Partes como el órgano de adopción de decisiones y recomendaciones de esta convención para evitar la explotación y el tráfico de especies silvestres.

Tanto ella como Nelson García Marcano, autoridad científica de la CITES en el país, coinciden en la necesidad de que la población cambie la forma de relacionarse con la naturaleza y se una a trabajar para salvaguardar los recursos naturales.

Afirmaron que alrededor de 50,000 especies silvestres de animales y plantas satisfacen las necesidades de las personas en el mundo, y una de cada cinco depende de éstas para obtener alimentos o generar ingresos bajo el lema: “Alianzas en favor de la conservación de la vida silvestre”.

Prevención

— Desafío
Pese a que existe CITES, instrumento internacional para prevención y regulación del tráfico mundial de especies, el combate de los ilícitos continúa siendo un desafío, ya que el mercado asciende anualmente a unos 20,000 mil millones de dólares, por lo cual es categorizado en tercer lugar, solo después de las drogas y el tráfico de armas.