Víctor Manuel y la FIL

La XVIII versión de la Feria Internacional del Libro 2015 estuvo dedicada a Perú, como país invitado de honor, la tierra de escritores como César Vallejo, Carlos German Belli y Mario Vargas Llosa, entre una multitud de portentos de la lengua española, y fue merecidamente dedicada al músico y escritor dominicano Manuel Rueda (1921-1999), un homenaje que se hizo esperar demasiado tiempo.
Si bien el programa de eventos literarios, pues, a pesar del peso de otras manifestaciones artísticas y culturales, en una feria del libro de exaltar la escritura, la lectura y los autores habría de tratarse, estuvo bastante completo, aunque no prolijo en figuras estelares, lo que concitó bastante atención fueron dos conciertos, sábado 25 y domingo 26 de abril, en la sala principal del Teatro Nacional, protagonizados por el cantautor asturiano Víctor Manuel San José Sánchez.
Visitó por primera vez el país como invitado al histórico evento musical “7 días con el pueblo”, en 1974, donde conoció al periodista Orlando Martínez, asesinado en marzo del año siguiente por esbirros al servicio del despotismo y la intolerancia balagueristas.
La noticia arrancó al talento y la sensibilidad del artista español una hermosa canción de denuncia en homenaje póstumo al periodista, titulada “Al compañero Orlando Martínez”. Al recordar a su amigo dominicano, con la lectura de unas notas sobre sus encuentros en Santo Domingo, el cantautor no ocultó el requiebre de su emoción ni el deslizamiento de sus lágrimas ante el público que lo vitoreó.
En alrededor de dos horas ininterrumpidas sobre el escenario, el cantautor fue recorriendo con gracejo y completo dominio del escenario y de sus recursos interpretativos toda su trayectoria, al hilo de una breve e ilustrativa explicación del origen de sus composiciones, resaltando los momentos históricos de grandes luchas sociales a partir de los años 70 y hasta hoy, tanto en España como en el resto de Europa, África, Oriente y Latinoamérica, como subrayando momentos autobiográficos relacionados con la vida familiar, su pueblo natal Mieres del Camino y el milagro del amor.
Desde inicios de su carrera artística a mediados de los años 60 sus letras chocan con la censura franquista, incluyendo seis meses de exilio en México, junto a su esposa Ana Belén, a inicios de los 70. Milita en el Partido Comunista de España del cual renuncia en 1982.
Sus canciones son un torrente de humanitarismo, solidaridad, libertad, equidad de género, respeto por las minorías, denuncia de la violencia de género, reconocimiento del derecho homosexual al amor; antiautoritarismo, antibelicismo, rescate de las tradiciones populares y admiración y respeto por los trabajadores y por los desamparados de la justicia y la libertad. Cantautor y productor cinematográfico admirado y consentido por señeros artistas e intelectuales de renombre en Europa y Latinoamérica, siempre aliado a las mejores causas de los derechos humanos y la democracia.
Su voz y su guitarra, bajo la dirección de su hijo David, al piano, resucitaron en el Teatro Nacional éxitos de su trayectoria como “La romería”, “María Coraje”, “Quiero abrazarte tanto”, “Solo pienso en ti”, su himno al amor entre dos discapacitados mentales; “Canción para Pilar” o el homenaje a su amor por Ana Belén; “Quién puso más”, canción de amor entre homosexuales; “Asturias”, “Hay amor”, como himno al más noble e inmenso de los sentimientos humanos; “Su boca”, “Soy un corazón tendido al sol”, donde cada verso es un jirón de piel y la vida cobra sentido porque se cree en el amor y en los demás; y, entre otras, “Luna”, el más hermoso poema cantado a todos y a nadie.
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