Lisa Bridgett, una galesa de 45 años, está viva gracias a su iPhone. El pasado lunes, la mujer fue a recoger a su hija tras el concierto de Ariana Grande en el Manchester Arena, en Inglatera.
Ella se hallaba en su auto a pocos metros del lugar, al momento del estallido, hablando por el celular.
Este detalle evitó que parte del contenido de la bomba -hecha con clavos y tornillos- impactara su cabeza.
La hija salió ilesa del ataque.