
Cidad de México.- Han pasado ocho años desde que el músico dominicano Vicente García fue galardonado como mejor nuevo artista con “A la mar”, un álbum íntimo, casi acústico y dedicado a los ritmos afrocaribeños tradicionales.
Ahora ha sido nominado en la categoría de álbum del año por “Puñito de Yocahú”, en el que lleva su música a una nueva era incorporando sampleos, sintetizadores y una narrativa sociohistórica que hace un ajuste de cuentas sobre el pasado a veces doloroso de la región.
García se propuso resaltar la herencia taína de República Dominicana y a la vez crear música que reflejara la modernidad. Su álbum también le valió una nominación a mejor álbum tropical contemporáneo y a mejor canción cantautor por “Quisqueya”.
“Realmente es la apuesta, proponer influenciado por el folclor, pero proponer algo actual… Me interesa muchísimo explorar e investigar los orígenes de la música caribeña y dominicana, pero también me encanta la síntesis modular, me encanta trabajar la música electrónica”, señaló.
“Me hace sentir superfeliz y orgulloso poder lograr justo lo que proyecté… hacer un disco tropical pero que tuviera una identidad actual y que tuviera una propuesta con sonoridades de estos tiempos”.
Las canciones tienen vocabulario de la cultura taína. Yocajú, por ejemplo, es la deidad suprema de los indígenas taínos, los primeros pobladores de República Dominicana. En la portada, García incluyó un amuleto de protección en forma de puño para reflejar la cultura española, la cultura africana y la cultura taína.
“Precisamente el estar aquí en Colombia me ha hecho entender que la parte indígena sí sigue viva, sobre todo en Suramérica y en México, por ejemplo, también, a diferencia de nosotros, que de cierta forma, pues lo dejamos. Y con este disco yo quise poco resaltar esa, esa cuota de la parte indígena que tenemos”, afirmó el músico, que reside desde hace más de una década en Bogotá.
Uno de los elementos característicos del álbum es el sampleo. Inspirado por la tradición del hip hop, la música electrónica y artistas como Gustavo Cerati, García buscó a través de esta técnica de reciclaje musical crear un lenguaje propio que incluyera diferentes capas de la historia dominicana.
“Tiene un trabajo de búsqueda constante, de ir a buscar vinilo, cambiar todo, subir o bajar piezas, hacer cortes”, dijo sobre esta técnica. “Si bien no viene igual que el de la guitarra o el de un instrumento como el piano, que son mucho más ortodoxos, por así decirlo, pues sí, tiene un proceso superinteresante y de ahí ha salido muchísima música”.
Una de las canciones con más toques electrónicos y sampleo del álbum es “Abusadora”.
“En este caso es una canción de una bachata muy vieja, de un artista que se llamó Blas Durán”, señaló García.
“Quisqueya” es un tema sobre la historia política de su país y de cómo se han repetido los patrones de explotación desde la época de la colonia. Incluye un sampleo de una canción del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.
“Él hacía mucha música promoviendo su dictadura. Entonces, paradójicamente, para hacer esta canción, cogí un pedazo de una canción, que había hecho para él, que se llama ‘La era gloriosa’”, detalló.
Pero la canción también describe a Dominicana, o Quisqueya, como “la tierra de mis amores”. García dijo que busca una nueva historia “a través de la resiliencia y del amor por nuestra patria”.
En el espectro sonoro opuesto, casi acústico, aunque no sin distorsiones y sonidos de sintetizador, está “Boca e’ Nigua” un tema que surgió de una visita a un antiguo ingenio azucarero en el que hubo esclavitud asfixiante y también un movimiento de rebelión.
“Esa canción surge a partir de una visita que hice a ese ingenio. Y ahí sentí el dolor que debieron haber sentido porque se ve todavía la maquinaria, como arrastraban la molienda”, resaltó. Surgió “como un canto de desahogo a todo ese dolor que se vivió ahí a través de la esclavitud y de la industria azucarera”.
Nuevamente, García se asoció con el productor puertorriqueño Eduardo “Visitante” Cabra, ex Calle 13 con quien ha colaborado en álbumes anteriores y en el proyecto Trending Topics.
“Trabajar con Eduardo es como trabajar con un hermano, mi hermano de la música. Con él he aprendido muchísimo de del estudio y cada vez que podemos hacer un disco, pues se siente como regresar al hogar”, añadió. “Creo que parte de lo que más disfrutamos es que nos entendemos y él respeta mucho mis procesos artísticos y por dónde voy y lo que me influencia para cada proyecto, además de que es un aprendizaje”.
García se enteró de sus tres nominaciones al Latin Grammy por partes, primero la categoría de álbum del año, después su hermano le dijo que estaba nominado a dos premios más. Planea asistir a la ceremonia del 13 de noviembre en Las Vegas.
“Para mí es un honor y un privilegio, sobre todo porque viene de un lugar muy propio”, declaró. “Nació desde mi corazón con la intención de rescatar ciertas cosas y de poner en la actualidad ciertas costumbres que se desconocen o que se han quedado por ahí perdidas y que haya llegado como a nominación al tan importante como álbum del año, pues me hace sentir doblemente feliz”.