Venezuela vive en su momento más crítico
Caracas.-Dos grandes manifestaciones pacíficas a favor y en contra del gobierno venezolano y la entrega de un opositor prófugo mantuvieron ayer en vilo a Caracas, tras dos semanas de protestas estudiantiles y violentos desbordes nocturnos.
En una concentración antichavista en el acomodado sector este de la ciudad, irrumpió el líder Leopoldo López y se entregó a la polícía, que lo buscaba por cargos de homicidio tras los desmanes que sucedieron a una marcha estudiantil con saldo de tres muertos la semana pasada.
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En Palacio de Gobierno y frente a la manifestación de trabajadores petroleros convocada por el oficialismo, el presidente Nicolás Maduro dijo que “este jefe político de la derecha venezolana ya está en manos de la fiscalía para responder por sus llamados a la sedición, al desconocimiento de la Constitución”.
Maduro también criticó con dureza a los presidentes de Chile, Sebastìan Piñera, y de Colombia, Juan Manuel Santos acusándolos de inmiscuirse en asuntos internos venezolanos.
“¡Ya basta carajo. Ya basta de que se metan en los asuntos interno de nuestra patria!”, dijo. Ambas marchas marcaron un clímax luego de dos semanas de protestas universitarias iniciadas en San Cristóbal (cerca de la frontera con Colombia) en reclamo por la inseguridad y que fueron creciendo en magnitud, extendiéndose a todo el país e incorporando reclamos por la inflación, desabastecimiento y detenciones de estudiantes.
Las manifestaciones, que tuvieron desbordes violentos, habían sido calificadas por el presidente como “un golpe de Estado en desarrollo”. Miles de opositores vestidos de blanco congregados en Plaza Brión recibieron como a un héroe al líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, cuando llegó desafiando una orden de captura.
Con una bandera venezolana en sus manos, López trepó a una estatua del prócer cubano José Martí e instó a sus seguidores a «construir una salida a este desastre».
“Si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, valdrá la pena mi encarcelamiento infame. Me presento ante la justicia injusta, ante una justicia corrupta”, agregó antes de dirigirse hacia un puesto de comando policial y entregarse.
López, un joven economista educado en Harvard y con una dilatada carrera política.
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