Venezuela ha quedado sin Presidente. El señor Nicolás Maduro ocupa una oficina que no le corresponde en el Palacio de Miraflores y usurpa funciones que no le han sido asignadas por el pueblo venezolano.

La Presidencia de Venezuela ha quedado acéfala y por tanto ha caído en un vacío.

Ninguna institución pública tiene que obedecer los dictámenes de quien no tiene la validación de las funciones que ha usurpado.

La Asamblea Nacional es el único de los poderes públicos de Venezuela que ejerce sus funciones con la validación que le da el voto de la población, como ocurre en los regímenes democráticos.

En Venezuela, desde ayer, impera un régimen de fuerza, una dictadura y como tal debe ser tratada tanto por los venezolanos como por la comunidad internacional.

Hay un compromiso de solidaridad con el pueblo venezolano, no con usurpadores de funciones o con dictadores.

Las instituciones de Venezuela tienen la obligación de convocar elecciones libres y democráticas para escoger un Presidente y llenar el vacío reconocido como tal por 18 países de América que tienen como ilegítimo un gobierno encabezado por el señor Nicolás Maduro.