Universitarios se dirigen a una concentración contra el gobierno de Nicolás Maduro en Caracas, Venezuela, sábado 9 de marzo de 2019. (AP Foto/Fernando Llano)
Caracas.-Entre un mar de banderas venezolanas y al grito de “ísí se puede!», miles de opositores, vestidos algunos con camisetas blancas y gorras tricolor, salieron el sábado a marchar por autopistas y avenidas del este de la capital, mientras el gobierno de Nicolás Maduro hacía frente a un apagón nacional que se ha extendido por más de 40 horas en algunas partes de la capital y ciudades del interior.
Luego de bloquear por algunas horas el paso a la marcha, centenares de policías, armados con escudos y equipos antimotines, abrieron el paso a miles de manifestantes que entre aplausos y gritos celebraron que se les permitiera avanzar hacia la avenida Victoria, en el oeste de la capital, donde fue el punto final de la movilización.
En medio de la multitud apareció el líder opositor y jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien montado sobre un vehículo y con la ayuda de un megáfono, anunció que en los próximos días iniciará recorridos por todo el país, junto a otros congresistas, para unificar las fuerzas opositoras y luego organizar una gran movilización hacia la capital.
“Van a venir días duros», afirmó Guaidó al llamar a los opositores a prepararse para nuevas acciones del gobierno para desalentar a las fuerzas opositoras.
“Todas las opciones están sobre la mesa», afirmó el líder opositor, que es reconocido como presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de países, al asegurar que está dispuesto a utilizar todos los recursos previstos en la constitución para lograr la salida de Maduro del gobierno.
Sosteniendo con sus manos un cartel en el que se leía “SOS Venezuela», María Consuelo Fernández, una educadora de 47 años, afirmó con los ojos llenos de lágrimas que seguía en las calles “porque quiero un futuro mejor para mis dos hijos que no se merecen lo estamos viviendo».
Con respecto al apagón que aún persiste en algunas zonas de la capital y ciudades del interior Fernández dijo que “todo es producto de la ineficiencia del gobierno. Todos estos años lo que han hecho es robar en vez de encargarse de lo que tienen que encargarse».
Arropado por una bandera venezolana de más de tres metros de largo, Carlos Bracho, un misionero católico de 28 años, dijo que decidió salir a las calles para expresar “nuestra indignación por el deterioro tan fuerte de la situación país».
“Algo tenemos que hacer para que las cosas cambien», dijo Bracho al descartar que vaya amilanarse luego de más de un mes de protestas sin mayores avances para la oposición, y sostuvo “que seguiremos en la lucha pacífica en las calles. Nada nos va a detener».
Al mismo tiempo, miles de seguidores del gobierno, milicianos y empleados públicos, vestidos algunos con camisetas rojas, se sumaron a la “marcha antiimperialista“ que se realiza en una de las principales avenidas del centro de la capital en rechazo a las presiones que ha ejercido Estados Unidos, en alianza con la oposición local, contra Maduro.
Éstas incluyen nuevas sanciones económicas para cercar financieramente al gobierno, muy golpeado por la crisis económica, y la suspensión de visas a funcionarios venezolanos. La movilización finalizará con una concentración en el palacio de gobierno.
“Nos plantamos con firmeza para defender nuestra tierra y gritar con fuerza: íYankee Go Home», afirmó Maduro en su cuenta de Twitter al reiterar los señalamientos contra Estados Unidos al que acusó de intensificar sus “brutales agresiones» contra Venezuela para “echarle mano a nuestros recursos naturales».
Tras su retorno al país a inicios de semana luego de una gira por Suramérica, Guaidó emprendió una nueva fase de acciones contra Maduro con alianzas con sindicatos del sector público para presionar la salida del mandatario del poder en el inicio de su segundo sexenio.
Algunas figuras del gobierno denunciaron, sin pruebas, que el apagón nacional fue consecuencia de una “guerra eléctrica“ dirigida por Estados Unidos que afectó el complejo hidroeléctrico del Guri, que genera más del 60% de la electricidad que se consume en el país.
En algunas zonas de la capital y del interior del país los habitantes reportaron en las redes sociales que aún se encontraban sin servicio eléctrico o estaban enfrentando apagones intermitentes.
En medio de la crisis eléctrica se registró el sábado una explosión en una subestación de la empresa estatal Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor), que funciona en el estado suroriental de Bolívar, según reportaron medios locales.
Las autoridades no han realizado declaraciones sobre incidente. El Metro de Caracas, que es el principal medio de transporte de la capital, anunció el sábado en su cuenta de Twitter que se mantendría la paralización de actividades, que se inició el jueves, a la espera de la “normalización de la energía de alta tensión necesaria para restablecer el servicio“.
El presidente oficialista de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, dijo el sábado que se había recuperado “70% del servicio eléctrico» en el país, y que se está en “etapa de ajuste» para restablecer la luz en todos los estados. “Vamos a tener altas y bajas hasta estabilizar definitivamente el servicio», agregó.
El país suramericano está sumido desde hace un año en una hiperinflación, que se pronostica llegará a 10 millones por ciento este año; una severa recesión que arrastró a la industria petrolera, corazón económico del país, y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos, que ha desatado una profunda crisis social y la migración del 10% de la población.