Poco a poco se sella la división total del Partido Revolucionario Dominicano. Existe un alejamiento de dirigentes de vieja data de la actual cúpula de esa organización, lo que se asume como un aspecto negativo en el propósito de esa agrupación de convertirse en una opción de poder para las elecciones presidenciales de 2016.
Si en total unificación interna el PRD no pudo derrotar al Partido de la Liberación Dominicana, mucho menos lo hará con el disgusto casi generalizado que hay entre su dirigencia y sus militantes a nivel nacional.
Expertos descartan, de acuerdo a los resultados de las más recientes encuestas, que Miguel Vargas Maldonado u otro aspirante pueda articular un proyecto presidencial exitoso para desplazar al PLD del Palacio Nacional.