¡Vamos Petro!

¡Vamos Petro!

¡Vamos Petro!

Rafael Chaljub Mejìa

Aunque resultó, y por mucho, el candidato más votado en la primera vuelta de las elecciones en Colombia, Gustavo Petro debe vencer los grandes obstáculos que los enemigos de su país le están poniendo en el camino.

No terminaba el conteo de los votos, cuando ya los candidatos derrotados, Rodolfo Hernández y Federico Gutiérrez se entendían; a ellos se les agregaron otros, bajo el lema de todos contra Petro.

Se ha conformado un frente ultrarreaccionario en el cual coincide lo peor del ámbito político colombiano, los propiciadores del terrorismo y la guerra sucia, del paramilitarismo y el narco, de la violencia que ha desangrado a Colombia con su secuela de muertos, desaparecidos y desplazados. Los propiciadores de la corrupción y saboteadores de los acuerdos de paz.

A todos ellos los ha juntado el miedo a que Colombia cambie de veras y el ambiente envenenado en el cual ellos han imperado sea suplantado por un régimen democrático y decente en el cual no haya campo para el crimen en sus diversas formas ni para la impunidad que lo fomenta.

Esa confabulación de fuerzas, a las cuales la fórmula electoral de Petro y Francia Márquez vapuleó en la primera vuelta, ha venido promoviendo la idea de que su triunfo está asegurado de antemano.

Hay que esperar que Petro y las fuerzas que lo respaldan sepan enfrentar la sensación de derrota que se trata de crear y también en la segunda vuelta coronen su esfuerzo heroico con el triunfo.

Vamos Petro, compañero perseverante y hábil. Eres un vencedor en distintas contiendas y debes seguir siéndolo en esta. Has sabido encarnar en términos electorales los sentimientos de justicia y rebeldía que tomaron durante meses las calles de Colombia. El amplio deseo de cambiar para mejor, que alberga la gran mayoría de colombianos.

A buscar ese millón y medio de votos y ganar las elecciones para que Colombia no siga desangrándose, para que recupere su soberanía plena, deje de ser el Israel de Suramérica, saque de sus fronteras las cerca de diez bases militares yankis, deje de ser una amenaza a sus vecinos, se aparte del bloque guerrerista de la OTAN y al fin, obtenga la paz y el bienestar que se merece.

Vamos, compañero Petro, a mantener el ánimo de siempre y ya desde aquí celebraremos el triunfo tuyo que es el triunfo de tu patria y el triunfo de la fuerzas progresistas de toda América.



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