Valle Nuevo, área en constante conflicto
Santo Domingo.-Por su importancia vital para la supervivencia del país Valle Nuevo es considerado “la madre de las aguas”, ya que según estudios de allí se desprenden más de 700 cuerpos de agua, entre ellos los que dan sustento a los ríos Nizao y Yaque del Sur, por citar algunos casos.
El Parque Nacional Juan Bautista Pérez Rancier, como es conocido oficialmente, tiene una extensión de 910 kilómetros cuadrados.
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Es uno de los puntos del país donde se registran las temperaturas más bajas, llegando a colocarse en ocasiones en -0 grados Celsius, con una elevación de más de 1,200 metros sobre el nivel del mar.
Esta área protegida, cuya mayor porción pertenece a Constanza, suple de agua para el consumo masivo a millones de dominicanos y a esto se añade que sirve para la irrigación de miles de tareas de tierras productivas, según estudios.
Entre ellas las de varios valles, como el del propio Constanza y otros ubicados en el sur del país que generan alimentos y diversos rubros agrícolas.
El conflicto
De acuerdo al Ministerio de Medio Ambiente, Valle Nuevo sigue siendo sometido a una depredación con asentamientos agrícolas en sus zonas altas, lo que a largo plazo podría crear problemas para la producción de agua.
Desde el siglo pasado esta zona ha sido usada para el cultivo de papa, zanahoria, fresas, repollos que junto a los incendios forestales han acabado con más del 20 % de la capa boscosa del parque.
Los datos son de las propias autoridades, quienes estiman en 200 kilómetros cuadrados la extensión afectada.
Ante esto, en septiembre del año pasado Medio Ambiente emitió la Resolución 14-2016, que otorgó un plazo de 120 días a los ocupantes, los cuales concluyen en este mes, para que sea eliminado todo tipo de agricultura del área protegida.
“En ese mismo tenor se dispuso la eliminación de las plantaciones perennes (fresa, flores y árboles frutales) otorgando un plazo de 120 días a los propietarios de dichas plantaciones para disponer de las mismas”, estableció en esa ocasión el ministerio.
Así mismo, la medida llama a todo ocupante ilegal a abandonar el área.
Sin embargo, las autoridades medioambientales han encontrado el rechazo de productores de la zona y grandes propietarios de terrenos, quienes califican la medida como arbitraria y sin consenso.
Alegan que han ocupado esos terrenos desde antes de que fuera declarado Parque Nacional y que han “cuidado de la zona”.
La problemática en Valle Nuevo no es nueva, ya que en los años 90 el presidente de entonces, Joaquín Balaguer, ordenó el desalojo de las familias que vivían en esos predios con el fin de proteger la biodiversidad y las riquezas que dependen de este regalo de la naturaleza.
La medida fue ejecutada, pero con el paso de los años y la ausencia del Estado el parque Valle Nuevo ha continuado ocupado por diversos grupos.
Otras prohibiciones
Además del desalojo de los ocupantes ilegales y de la eliminación de las actividades agrícolas, la Resolución 14-2016 del Ministerio de Medio Ambiente también dispone “la salida de todos los animales domésticos y de crianza que pudieren estar siendo mantenidos por particulares en el Parque Nacional”.
Y además “ordena la limpieza y descontaminación de los residuos vertidos y derivados de la operación de las instalaciones de telecomunicación existentes en el parque por cuenta y riesgo de sus operadores o propietarios”.
Para hacer cumplir esas disposiciones las autoridades han anunciado que utilizarÁn todos los medios posibles y serán incrementadas las medidas de vigilancia en todo el parque, así como el cierre de entrada por los caminos alternos que conducen a esta área.
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