Pareciera que fuera un relajo, pero no lo fue. Ganó Anderson Hernández (1-0), perdió Rubén Sosa (0-1) y salvó Arismendy Alcántara (1), todos jugadores de posición. También lanzaron Jordany Valdespín (T) y Raymer Liriano (L). Sucede que a los mánagers gringos Dean Treanor (Toros) y Robby Hammock (Licey) se les acabaron los lanzadores en roster por aquello de dosificar los píchers y utilizar uno por inning en un juego que se extendió a 19 entradas, ganado el pasado martes 7-5 por los azules sobre los naranjas.
En grandesligas, por ejemplo, se utilizan lanzadores imprevistos cuando el marcador se abre demasiado y se trata de administrar abridores y relevistas para juegos próximos. Dentro de tantos episodios interesantes que tuvo el partido resaltan los dos ponches que recetó Valdespín al jonronero histórico Juan Francisco, ambos haciendo swings, con “perreo” y todo.
Valdespín lanzó cuatro entradas en blanco y se veía tan agotado, con gran flujo de sudor, que no salió a batear en el inning 18, lo que más le gusta a él. Pocos aficionados quedaron en el estadio Francisco Micheli siguiendo un partido que comenzó a las 7:38 p. m. y concluyó a las 3:44 a. m. y como no tenía compromisos mañaneros de importancia me lo tiré enterito. No es el más largo en entradas, pero sí en tiempo continuo, que fue muy bien recreado en televisión por Juan José Rodríguez y Víctor Báez. ¡Histórico!
