SANTO DOMINGO.- El uso del sistema de geolocalización GPS fue clave para que en menos de 12 horas fueran detenidos José Luis de la Cruz Rondón (El Negro), Wilfredo Alexander Valerio de los Santos (Beibi) y Alexandres Ortíz Carmona (Escopeta), acusados de secuestrar a dos jóvenes la madrugada del domingo en sector Evaristo Morales.
De acuerdo al expediente presentado por la Fiscalía del Distrito Nacional ante el juez coordinador de los Juzgados de la Instrucción del Distrito Nacional, para solicitar la medida de coerción contra los tres jóvenes, durante las investigaciones realizadas por la Policía Nacional fueron rastreados por GPS los celulares de las victimas Marcello Antonio Marranzini Sturla y Juan José Gómez Acosta.
Los celulares daban señales en el KM 20 de la carretera Yamasá y al llegar al destino señalado por el GPS los agentes dieron en el colmado La Avenida, donde los jóvenes, luego de cometer el hecho, habían ido a beber cervezas.
El documento narra que los imputados llegaron al colmado La Avenida a las 7:00 a.m. cuando el dueño del negocio, José Antonio Heredia de la Rosa, se disponía a abrir y limpiar el lugar, ubicado en la calle principal número 22, en el Distrito municipal La Victoria, donde consumieron cervezas por un monto de RD$6,995.
Agrega que cuando Heredia de la Rosa les pidió que les pagaran, ellos le gritaron que le diera las cervezas y si no lo iban a matar.
Indica que la batería del carro en que se trasladaban los imputados se descargó y ellos le tiraron a Heredia de la Rosa dos celulares en el mostrador del colmado «en lo que ellos volvían», como garantía de las bebida alcohólicas que habían consumido.
Los tres hombres fueron arrestados y conducidos al destacamento El Furgón ubicado en la avenida Winston Churchill, Urbanización Fernández.
Los testimonios
En fecha 17 del mes de mayo, aproximadamente las 03:15 am, en la calle Interior 3ra, No. 19 sector Mata Hambre Distrito Nacional, los imputados José Luis de la Cruz Rondón (El Negro); Wilfredo Alexander Valerio de Los Santos (Beibi); y Alexandres Ortiz Carmona (Escopeta) se desplazaban en un vehículo marca Hyundai, modelo Sonata Y20, color blanco, año 2013, placa X444066 (de exhibición), el cual pararon al lado del vehículo en que se encontraba la víctima Raynieris Ricardo Roa Polanco momento en que había llegado a su residencia.
Los hombres salieron del vehículo con armas de fuego tipo metralleta y un puñal, y con amenazas lograron que la víctima se desmontara de su vehículo para que entrara en el que el imputado José Luis de la Cruz condujera el vehículo de la víctima, desplazándose tanto el vehículo de la víctima como en el Sonata.
Posteriormente los imputados sustrajeron varias pertenencias, entre ellas un celular Samsung S8, una computadora marca Apple, dos micrófono inalámbrico y un celular HTC.
Los imputados comenzaron a dar vueltas con la víctima por la ciudad mientras lo golpeaban en diferentes partes del cuerpo causándole traumas en la cara completa, hemorragia conjuntival, herida constante en una mano, trauma contuso en el brazo y antebrazo y abrasiones en la pierna.
Además de que la víctima rogaba por su vida cuando estos le decían “si buscas a la policía vamos a buscar a tu hija, nosotros sabemos en qué colegio está, si tú hablas los vamos a matar a todos”.
Los hombres fueron a varios cajeros con Roa Polanco, para sacar dinero de las cuentas de las víctimas, retirando del banco Popular en la Luperón 50 mil pesos.
Cuando José Luis de la Cruz Rondón, Wilfredo Alexander Valerio de los Santos y Alexandres Ortiz Carmona, tomaron la decisión de dejar la víctima, lo tiran en la avenida Luperón casi esquina John F, Kennedy y le dicen que debe caminar hacía su vehículo, el cual era conducido por José Luis de la Cruz y que debía hacerlo despacio porque si no lo matarían, además de que debía irse por otra ruta que ellos iban a chequear si él hablaba con policías, lo iban a buscar a su casa porque ya ellos sabían donde la víctima vivía.
Segundo hecho
El domingo 19 del mes de mayo, a las 03:50 am, los imputados José Luis de la Cruz Rondón, (El Negro), Wilfredo Alexander Valerio de Los Santos (Beibi) y Alexandres Ortiz Carmona (Escopeta) se desplazaban en el mismo vehículo, el cual pararon atrás del de la víctima Marcello Antonio Marranzini Sturla, quien estaba acompañado de Juan José Gómez Acosta, en la calle José A. Brea Peña, sector Evaristo Morales, Distrito Nacional.
Los jóvenes salían de la casa de un amigo cuando fueron interceptados por los imputados, quienes se desmontaron de adelante y uno de los imputados tenía una escopeta.
Es en ese momento cuando los imputados le dicen que entreguen todo, a lo que las víctimas no pudieron resistirse y le gritaron “métanse al carro”, aquí empezó un forcejeo entre ellos hasta lograr entrarlos en la parte de atrás del vehículo. Las puertas poseían seguro de niños y a las victimas les fue imposible escapar.
De acuerdo al expediente acusatorio, los tres imputados obligaron a las víctimas a mantener la cabeza abajo y les pidieron que les dieran todas las tarjetas. «El Negro» conducía el Sonata mientras los demás imputados estaban atrás con la escopeta, en todo momento los imputados amenazaban a las víctimas de matarlos si no conseguían dinero de las tarjetas.
Llegaron a una bomba ubicada en la avenida 27 de Febrero y José Luis de la Cruz Rondón le pidió a Marranzini Sturla, una de las victimas, el código de su tarjeta y salió del vehículo con una gorra, fue al cajero del Banco de Reservas, y las víctimas solo tenían tarjetas del banco Popular por lo que fue imposible que el imputado consiguiera dinero, en ese momento empiezan los golpes hacia las víctimas.
Se dirigieron hacia la avenida Máximo Gómez y le preguntaron a las víctimas por sus tarjetas de crédito, estás les expresaron a los imputados que podían transferirse dinero del banco pero a esa hora no le dejaban hacer transacciones, al no funcionar continuaban los golpes con el arma.
Se pararon en otro cajero donde los agresores comprobaron que uno tenía 38 y el otro 500 pesos en sus tarjetas, golpeándolos a ambos. Se fueron para el Malecón y decían repetidas veces “vamos a matarlos y a tirarlos donde dejamos a los otros”.
Al llegar al Malecón los imputados hirieron a las víctimas con la escopeta y el cuchillo, causándole al primero un trauma contuso acompañado de equimosis, trauma en hombro, brazo y antebrazo derecho, entre otros traumas. A la segunda víctima le causaron traumas y heridas saturadas parietal derecha e izquierda, herida saturada en región frontal derecho.
En el momento en que se encontraban en el Malecón los imputados sacaron del vehículo a Juan José Gómez Acosta, quien fue arrastrado hasta los arrecifes, cerca del mar y lanzado por el imputado José Luis de la Cruz quien le dijo “tírate por ahí”, lo agarro por la camisa y la correa y termino lanzándolo, la víctima pudo caer de pie y luego correr hasta unas luces las cuales eran del restaurante Adrián Tropical.
Mientras que Marcello Antonio Marranzini Sturla se encontraba con Wilfredo Alexander Valerio quien lo mantenía boca abajo acostado en el suelo con la escopeta apuntando hacia su cabeza y en un momento de distracción del imputado, la víctima pudo emprender la huida hasta llegar a Adrián Tropical donde donde fueron auxiliados por los miembros de seguridad del restaurante, en tanto que los imputados emprendieron la huida.
Otro más
Ese mismo día, pero a las 5:50 am, los imputados también asaltaron al joven Franklin Reyes González, mientras éste se encontraba esperando a un compañero de trabajo en la calle Doctor Defilló.
Los imputados, quienes se desplazaban en el mismo vehículo que en los casos anteriores, se desmontaron del carro, encañonaron a Reyes González con una arma de fuego y le pidieron que le entregara todo, y le decían que si «yo no quería que ellos me mataran que entregara todo.
La víctima se dispuso a entregarle sus pertenencias, entre ellas documentos personales, tarjetas de crédito y débito, un celular, y RD$5 mil y hasta un cable de jumper.
Buscando entre las pertenencias del joven, vieron un tshirt negro con las insignias de la Fundación Prevención de Drogas, por lo que «El Negro» le decía a los otros compañeros que la víctima era militar y que buscarán el arma, por lo que el joven les explicó que esa fundación no usaba armas. Los imputados huyeron del lugar cargando con las pertenencias de la víctima.