*Por Teodoro Tejada
República Dominicana es uno de los países de mayor índice de accidentes tránsito, lo que obedece al gran deterioro de sus infraestructuras viales en toda la nación, debido a la falta de mantenimiento rutinario, que hasta ahora ningún gobierno lo ha enfrentado con acciones de políticas públicas que por lo menos minimice este mayúsculo problema. Esto se agrava con la negligencia de las instituciones de aguas potables y alcantarillados, que producen excavaciones en las vías para reparar averías, que muchas veces no resuelven el daño, más bien lo empeoran ya que dejan esas zanjas abiertas muchas veces vertiendo las mismas ese fecales, cuando se trata de problemas de alcantarillados sanitarios.
La falta de coordinación entre el Ministerio de Obras Publicas y Comunicaciones(MOPC), produce grandes trastornos a los usuarios de las vías, sin que nadie se dé por enterado, cuyos resultados es grandes accidentes de tránsito que traen muertes y lutos a la sociedad, también largos y molestosos entaponamientos, sumado a esto el deterioro de los vehículos que le ocasionan al nuestro sufrido pueblo enormes pérdidas de divisas en compras de piezas y alto consumo de combustibles, siendo lo peor que las personas que usan estas vías pierden su apreciado tiempo y su salud.
No hay una provincia, municipio, barrios o sectores que no tengan sus carreteras, caminos vecinales, calles y avenidas que no tengan múltiples hoyos, que muchas veces son llamados cráteres. Solo hay que transitar por la Autopista Duarte, que es un pandemonio, su deterioro es tan grande, que raya en la irresponsabilidad, lo mismo ocurre en las demás carreteras, puentes, elevados, pasos a desnivel, calles, aceras y contenes en todas las geografías nacionales.
Anteriormente las llamadas ayudantías, realizaban un excelente trabajo de mantenimiento, pero las mismas fueron abandonadas a tal punto que prácticamente no existen y todos sabemos el porqué.
En el nuevo gobierno, parece que hay interés de activar las ayudantías de las provincias, ahora con un nuevo nombre “Divisiones Provinciales”, bajo la coordinación del Ing. Luis Bastardo, Viceministro de Coordinación Regional, que también tienen un programa en ejecución llamado “Peón caminero “que el nombre indica que es una alternativa fallida.
Es que el trabajo de manteniendo vial, es de suma importancia para conservar las Infraestructuras viales en óptimas condiciones, por lo que el solo hecho de poner obreros uniformados en las vías con un machete, no resuelve absolutamente nada, para citar un ejemplo, podemos observar que los paseos de la Autopista Duarte, que entre otras funciones también deben permitir el drenaje de la vía hacia el drenaje longitudinal y las grandes acumulaciones de arbusto y de tierra funcionan como un muro de contención en los bordes de los drenajes o cunetas centrales y laterales de la carretera, lo que no permite que la misma tenga un libre desplazamientos de las aguas superficiales, y ese problemas no se resuelve con un simples machetes en las manos de un obrero.
El Mantenimiento rutinario a tiempo ahorra divisas al país y es uno de los principales componentes de generación de empleos, cuando se hace de manera técnicamente establecidos, y es más importante en ésta época de pandemia del COVID-19, porque además contribuye a la eliminación de focos de contaminación por agua estancada.
Un estudio la Oficina Mundial de la Salud(OMS), indican que en más de 5 países se detectaron la existencia del COVID-19, en éstas aguas, mucho antes que el brote aparecido en un mercado de mayoristas del sur de China de Wuhan.
Se cree que en verdad que los primeros casos de la enfermedad, pudo haber aparecido a finales de otoño del 2019, donde se diagnosticaron casos de neumonía de origen desconocidos, en algunos pacientes.
Análisis realizados por la Universidad de Harvard, dan cuenta de que, por medio a satélite de la ciudad de Wuhan y el número de búsqueda en internet de algunos términos referentes a la sintomatología de la enfermedad por medio de diarreas, dan cuenta que de acuerdo a la fecha en que sucedieron estos casos diarreicos, el coronavirus COVID-19, apareció en otoño 2019.
Esto viene a confirmar la importancia de continuar los trabajos de mantenimiento rutinario, así como limpieza de cañadas, cunetas, drenajes, imbornales y desbroces de malezas, dado que no sólo estamos amenazados por esta pandemia del COVID-19, sino también de la malaria, dengue, paludismo, zincuncuña y el zika.