Cocina construida con apoyo de la Unión Europea en el politécnico Víctor Estrella Liz. Foto: Elieser Tapia/El Día.
Santo Domingo.-La educación técnica en República Dominicana tiene un antes y un después gracias a las grandes inversiones que ha hecho la Unión Europea (UE) para transformar el curriculum del bachillerato técnico, a fin de que los jóvenes salgan mejor preparados para insertarse al mercado laboral.
Su apoyo ha sido en varias direcciones, pero siempre dirigido a impactar de manera positiva el desarrollo del sistema y del país por medio a donaciones no reembolsables al Ministerio de Educación (Minerd), a través de la Dirección General de Técnico Profesional.
Uno de los beneficiados con sus proyectos es el Politécnico Licenciado Víctor Estrella Liz (La Perito), con cuyo aporte logró abrir el bachillerato en Gastronomía en el año 2004; y desde entonces ha graduado cerca de 2,450 estudiantes en esa materia.
Estos han sido formados en la preparación de comida criolla e internacional, ensaladas, postres, pastelería, bebidas, servicios y áreas afines, dependiendo de las necesidades expresadas por el sector empresarial.
“La capacitación que se da a estos jóvenes es tan buena que desde marzo comenzamos a recibir solicitudes de empresas para que le enviemos estudiantes, y la mayoría de los egresados consiguen trabajo”, expresó con mucha satisfacción Evelyn Feliz, coordinadora del área de Gastronomía de La Perito.
Feliz, quien entró a esa institución por el proyecto de la Unión Europea, afirma que la experiencia ha sido “maravillosa” porque los primeros capacitados fueron los maestros, quienes sirven de motivación a los estudiantes.
Aportes de la UE
Como el caso de La Perito hay muchos, debido a que el aporte al sistema educativo de la UE en los últimos 20 años supera los RD$8,000 millones (160,6 millones de euros), según explicaciones del embajador de la UE en el país, Gianluca Grippa.
Apunta que, específicamente, en el aspecto de la educación técnico profesional, la UE está invirtiendo actualmente 16 millones de euros, de los cuales 11 millones de euros son para apoyo presupuestario y el resto para asistencia técnica.
«Apoyamos los esfuerzos de este sector porque es la base fundamental para generar un crecimiento sostenible, aumentar la creación de empleos, mejorar la salud y el conocimiento de los derechos fundamentales de las personas», destacó el diplomático.
La mayoría de estos recursos han sido enfocados al desarrollo institucional y de formación, básicamente preuniversitaria y técnica, a través de 14 programas que inciden en mejorar la capacitación docente, la infraestructura física, equipamiento de aulas, aumento de la cobertura y disminución de la deserción escolar.
“El sistema de educativo ha dado una cambio de la noche al día y eso es por el apoyo de la Unión Europea”, sustenta el director ejecutivo de Educa, Darwin Caraballo, quien es firme en subrayar que dicha comunidad ha sido un socio estratégico de la República Dominicana, sobre todo en materia institucional y social.
Resultados de proyectos
El peso de la colaboración de la UE ha sido tan importante que podría considerarse «vital», ya que llegó a representar cerca del 40 % de la ayuda asignada al país, antes de que la Minerd contara con un presupuesto equivalente al 4 % del Producto Interno Bruto local.
Eso se evidenció entre los años 2007 y 2010 cuando los fondos asignados por el Gobierno a Educación rondaban entre el 1.86 % y el 1.99 %, por lo que no alcanzaban para cumplir con la construcción de las 2,500 aulas que se proponían anualmente. De esas apenas concluían entre 500 y 800, de las cuales el 32 % eran financiadas por la UE con sus aportes al presupuesto, según apuntó el director de Programación Financiera y Estudios Económicos del Minerd, David de Jesús Lapaix.
La UE aportó en ese período RD$5,721 millones por medio a los Programas de Política Sectorial de Educación en la República Dominicana (Papse I y II), los cuales contribuyeron a que el número de estudiantes por aula bajara de 80 en el 2008 a 58 en el 2011 y 46 en el 2016.
«Sin la donación de la UE el día a día de los programas de construcción de escuelas habría sido más tortuoso de lo que fue», subrayó Lapaix.
Primeros proyectos
Uno de los primeros proyectos de la UE en este renglón fue el Programa Integrado de Desarrollo de la Educación Primaria (Pidep) que se mantuvo durante cinco años a partir del 1993 con una dotación de 5.4 millones de euros. Este se enfocó en desarrollar un proceso de renovación y revalorización de la educación primaria a través del mejoramiento de las condiciones físicas y ambientales de las escuelas.
Esta iniciativa continuó en 1998 cuando la aprobación del Programa de Reconstrucción de las Escuelas Destruidas por el Huracán George en el este del país, para mitigar los daños provocados por ese fenómeno natural.
De acuerdo al informe «25 años de cooperación al desarrollo Unión Europea – República Dominicana», de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), en la primera fase de ese acuerdo reconstruyeron 15 escuelas con un total de 30 aulas, tras una dotación de 7.2 millones de euros. El segundo programa fue de 1.96 millones de euros, con los cuales construyeron 32 escuelas con 51 aulas.
También destaca el Programa de Apoyo Institucional para la Implementación de una Política Sectorial de Educación (Ati-paps), que contribuyó en la elaboración y socialización del plan decenal 2008-2018 para apoyar el fortalecimiento del Minerd.
Tal y como apunta Lapaix, «todo el sistema de planificación que tiene el Minerd hoy, que está por encima que el nivel estatal, se debe a la Unión Europea.
Las claves
1-La Unión Europea es una asociación económica y política única en su género y compuesta por 28 países europeos que abarcan juntos gran parte del continente.
2- República Dominicana mantienen excelentes relaciones con esa comunidad desde 1989, cuando se adhirió al Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y los Estados de África, del Caribe y del Pacífico (ACP).
3-Actualmente, la cooperación de la UE a la República Dominicana se rige por el Programa Indicativo Nacional 2014-2020, que cuenta con un presupuesto inicial de 72 millones de euros.