Ante la grave denuncia de irregularidades, robos y corrupción en el manejo de los equipajes de los viajeros que llegan al país por la vía aérea, los organismos y entidades que tienen que ver con ello celebraron una reunión supuestamente para ponerle remedio a esos desmanes.
Una de las medidas propuestas fue que los trabajadores que laboran en las rampas transportadoras de los equipajes, desde el avión al área de retiro de las maletas, sean provistos de uniformes sin bolsillos, como garantía de que no puedan llevarse nada escondido.
¡Ja, ja, ja! Lo menos que podemos hacer es soltar una carcajada a esta cándida propuesta. ¿Cabe, acaso, una computadora laptop en un bolsillo? ¿O cabe un pantalón, o una cámara fotográfica, para citar sólo lo que de repente nos viene a la mente?
Por lo demás, en la citada reunión, que fue convocada por el Departamento Aeroportuario, se anunciaron otras disposiciones que, con el debido respeto a los participantes en la misma, no pasan de ser puro bla, bla, bla.
Y así será, puro bla, bla bla, hasta que veamos presos y sometidos a la Justicia a los ladrones (no simplemente despedidos del empleo), y hasta que no se compense a las víctimas del impune saqueo de sus equipajes.
Porque a despecho de las rimbombantes reuniones entre funcionarios públicos y representantes de las líneas aéreas, lo robado sigue robado y los ladrones continúan haciendo de las suyas, muertos de risa y disfrutando de la increíble inmunidad que les brindan la irresponsabilidad y la ineficiencia de aquellos que deberían dar la cara frente a los desprotegidos pasajeros.