Entre los reformistas expulsados o que tuvieron que irse por choques con la cúpula que encabeza Federico Antún Batlle, hay algunos con una firme vocación de regresar a su casa y contribuir a su fortalecimiento.
Sin embargo, hay otros que quieren retornar para crear conflictos y expulsar al actual presidente del Partido Reformista Social Cristiano.
A esto, según se dice, las autoridades de los reformistas se resisten y no se ha mostrado total disposición de acatar una decisión del Tribunal Superior Electoral.
Es decir, pocos son los que apuestan a la verdadera unidad en ese partido; otros quieren guerra.