Kabul.- Unicef alertó hoy del peligro que corren los niños por el terremoto de 7,5 grados en Afganistán y Pakistán debido a las condiciones extremas, las bajas temperaturas y la inseguridad en las zonas afectadas.
“Estamos muy preocupados por la seguridad y el bienestar de los niños, que son los más vulnerables en cualquier desastre y que ahora corren peligro de sucumbir ante los elementos, pues las temperaturas caen en picado”, dijo la directora regional de Unicef para Asia Meridional, Karin Hulshof.
“La mitad de los afectados son niños”, advirtió este organismo de Naciones Unidas en un comunicado. Durante los dos últimos días ha llovido y nevado en zonas golpeadas por el seísmo en Afganistán, lo que ha dificultado aún más el acceso a zonas remotas que necesitan ayuda.
A ello se suma que los servicios sanitarios, de nutrición, higiene y educativos estarán sometidos a una presión excepcional, poniendo en riesgo a más niños, según Unicef, que se prepara para proporcionar suministros vitales a decenas de miles de niños afectados y sus familias.
Las labores de rescate avanzan hoy con lentitud en el país asiático debido al bloqueo de varias carreteras en la provincias de Badakhshan, epicentro del temblor, la colindante Nuristan y Kunar, las más golpeadas por el seísmo.
El terremoto, que sacudió ayer la región afgana del Hindukush una zona montañosa que forma parte de la cordillera del Himalaya, ha causado 115 muertos y 538 heridos en Afganistán, de acuerdo con el Gobierno afgano.
En Pakistán, donde el seísmo tuvo un fuerte impacto, fallecieron 231 personas y más de 1.500 resultaron heridas, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán, como consecuencia del seísmo que ha tenido siete réplicas de entre 4,1 y 4,8 grados.