Una tarea complicada

Una tarea complicada

Una tarea complicada

A simple vista parece que la situación que enfrentan las autoridades del área de la salud es relativamente sencilla con el rebrote del coronavirus limitada al Gran Santo Domingo. Pero no es este el caso.

Además de ser el centro administrativo del Estado dominicano, la Capital es el gran conector del tráfico entre las tres principales regiones del país: Cibao, el Sur con todas las subregiones que lo componen, y el Este.

Las posibilidades de que la movilidad que es de esperar en el fin de semana con motivo de la celebración por el día de las madres se convierta en un agente de trasmisión geográfico del microbio es una realidad.

Y como hemos visto que al final todo se resume en reclamar atenciones de salud, y a veces de mala manera, parece una necesidad que la población se haga cargo de la grave amenaza que todavía representa el Covid-19, y de la imposibilidad en que se encuentra el sistema de salud para darle a cada cual la atención que necesita, y se merece, por la falta de espacios donde hacerlo.

Tenemos un rebrote, todavía dentro de unos límites geográficos específicos, pero pudiera ser peor, y cuando se escucha a los integrantes del Gabinete de Salud hablar del desinterés de los jóvenes por inmunizarse, de la manera en que ha bajado el flujo de los que van a vacunarse por primera vez, de la desatención en que han caído las prevenciones y de la compulsión por las fiestas, podemos concluir en que las causas de esta nueva ola de casos en el Gran Santo Domingo son esencialmente sociales.

Así que no es nada sencilla la situación que enfrentan las autoridades del área de la salud, porque el remedio de los comportamientos arraigados no se consigue de un día a otro y porque de lo social a lo político no hay nada más que un paso.



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