El presidente de la República y el Consejo de Unidad Evangélica (CODUE) han hecho un importante llamado a la conciencia nacional de revisarnos como sociedad y deponer tanta agresividad que se ve expresada en la cotidianidad.
Han reiterado lo que muchos piensan: la sociedad está enferma por el exceso de violencia.
A veces se quiere reducir a la criminalidad, pero lo cierto es que toda la sociedad muestra signos alarmantes de agresividad.
Se manifiesta en acciones como el conducir, en discusiones triviales, en la interacción con los demás.
La interacción social está llena de signos de violencia.
El CODUE ha clamado por la necesidad de trabajar por una mejor convivencia social entre los dominicanos, fomentando una cultura de paz desde el seno de todas las estructuras sociales.
La muerte violenta de Orlando Jorge Mera ha sido fruto de esa actitud violenta que está enfermando el alma de los dominicanos como colectivo.
Con frecuencia se le atribuye ese fenómeno a la delincuencia o al crimen organizado, pero lo cierto es que se exhibe en las manifestaciones cotidianas de cada ciudadano.
La muerte de una persona de paz debe convertirse en el punto de inflexión; la sociedad debe unirse para volver la mirada a la cultura de paz y de convivencia pacífica entre todos.
