Como si fuera posible recuperar en una semana, acaso en menos tiempo, lo que en condiciones normales hubiera durado unos dos meses, partidarios y alcahuetes han salido a las calles y a las plazas en una campaña política abrumadora; el tiempo pasado es imposible de recuperar por grandes que sean los esfuerzos puestos en lograrlo, pero como tampoco es una verdad a toda prueba que a estas alturas todo el que va a votar ya sabe por quién lo hará, vengan las demostraciones en pro del voto de los pocos indecisos que todavía quedan, si es que hay alguno.
Hemos visto en esta semana de campaña electoral abierta, esto sí, que los dirigentes políticos, los candidatos y sus seguidores tienen prioridades, y que entre estas no está la salud, la suya ni la de los otros.
Robo insólito
Suponemos que en la mente de nadie está la idea de dejar como anécdota el robo de 37 millones de pesos a la Junta Electoral de Santiago, fondos que serían utilizados para el pago de las dietas del personal que trabajaría en el proceso.
Llama la atención la dejadez de la Policía Nacional, que se ha limitado a decir que esas investigaciones están en poder del Ministerio Público, cuando todo el mundo sabe que los investigadores en esas fases siempre son de la Policía.
